El avión, de la empresa aérea taiwanesa TransAsia Airways y que llevaba 58 personas a bordo, chocó contra un puente y se estrelló en el río Keelung en Taipei, quedando inicialmente semi sumergido y con uno de sus laterales sobre la superficie
Al caer la noche sobre la ciudad la aeronave comenzó a ser retirada, mientras que cuadrillas de rescate continuaban con la búsqueda de posibles sobrevivientes.
La autoridades de Seguridad de Taipei acordonaron el sitio y no permiten el paso de ninguna persona que no esté autorizada en un radio de alrededor de 700 metros.
Mientras las cuadrillas buscan en el río Jilong a los desaparecidos, una fuente vinculada con el operativo indicó a Télam que existe “pesimismo” respecto a la suerte que pudieran haber corrido, ya que han pasado más de ocho horas desde que se produjo el siniestro y no se han encontrado rastros que indiquen que alguno de ellos pudo haber sobrevivido.
El director del servicio de Bomberos, Wu Chun Hung, señaló no obstante que la búsqueda de sobrevivientes continuará durante toda la noche y manifestó a los familiares de las víctimas que harán todo lo posible por encontrar a los desaparecidos.
En tanto, los familiares reclamaban a las autoridades de la compañía aérea precisiones sobre el número de fallecidos y heridos.
Una mujer que había despedido a su esposo que viajaba rumbo a Kinmen pedía desesperadamente saber si éste estaba entre los fallecidos o desaparecidos.
Hasta el momento las autoridades no han emitido una lista de muertos y solamente se indicó que son 15 las personas que sobrevivieron, algunas de ellas heridas de consideración y otras con heridas leves. Todas fueron atendidas en hospitales cercanos al lugar del accidente.
El presidente de TransAsia, Chen Xinde, en rueda de prensa ofreció una “profunda disculpa” por el accidente del avión y se comprometió a investigar lo sucedido.
Representantes del gobierno taiwanés indicaron que el avión había despegado de Songshan a las 10.52 hora local (23.52 del martes hora argentina) rumbo a la ciudad de Kinmen, en el suroeste de China.
Según testigos del accidente, a pocos minutos de haber despegado el aparato, bimotor turbohélice ATR-72 de fabricación franco-italiana, se puso de costado y una de las alas golpeó contra un puente, justo en el momento en que pasaba un taxi, y se precipitó al agua.
Fuentes de la Administración de Aviación Civil de Taiwán informaron que el piloto envió tres llamadas de emergencia a la torre de control indicando "situación de extremo peligro" antes de precipitarse a tierra.
La operación de salvamento, en la que participaron más de 500 efectivos y numerosas lanchas, balsas y helicópteros, se montó de inmediato, pero solamente lograron rescatar con vida a 15 personas.
TransAsia Airways es la misma compañía taiwanesa que sufrió otro accidente el pasado verano, después de que uno de sus aviones se estrellara en la isla vacacional de Penghu. Solo sobrevivieron 10 de los 54 viajeros que se encontraban dentro de la aeronave.
El aparato estrellado hoy tenía menos de un año de antigüedad ya que había sido construido en abril de 2014 y había pasado su última revisión el 26 de enero, según confirmó un representante de la Aviación Civil Aeronáutica de la isla.
El río Jilong, que atraviesa la ciudad de Taipei, no es demasiado ancho y tampoco caudaloso, aunque en esta época del año su correntada suele ser importante debido a las lluvias que se registran en la zona de montañas.