España no es un lugar peligroso. La estadística dice que la delincuencia es menor que en otros países cercanos como Francia, Italia o Alemania, pero eso no significa que no haya inseguridad. De hecho, los robos de bicicletas se han convertido en algo más habitual de lo deseado en los últimos tiempos y son muchos los dueños que se encuentran sus bicis anunciadas en portales de venta por internet sin ningún tipo de pudor.
 
Sin embargo, eso no sucede en otros países del mundo. Y Japón es el mejor ejemplo de que allí se respeta la propiedad privada como, posiblemente, en ningún otro lugar. La prueba la hemos encontrado en un joven que dejó una bicicleta aparcada en un parque durante horas y, al volver, se la encontró mejor de lo que la había dejado.

El protagonista de la historia se hace llamar Yauimo en Twitter y ha contado una historia increíble: iba camino de su instituto cuando una de las ruedas de su bicicleta se pinchó. Estaba a mitad de camino, por lo que no podía cargar con ella hasta el colegio sin llegar tarde ni volver a casa para coger otro medio de transporte. Así que dejó la bicicleta aparcada en el parque y regresó a casa.

Una sorpresa mayúscula

Tal y como publica Sora News 24, el joven decidió que lo mejor era abrir su ordenador portátil y asistir a sus clases de manera telemática. Al final del día, volvería al parque donde había estacionado su bicicleta y la recogería… si antes alguien no se la había llevado. Pero cuando Yauimo regresó al parque se llevó una enorme sorpresa: su bicicleta no solo seguía allí sino que, además, se la habían arreglado.
 

え嘘やろ？ pic.twitter.com/UtBgzTVgrj

— やういも@イラスト (@ppt_ppt_ppt_ppt) May 26, 2021

Ese buen samaritano le había dejado una nota en la bicicleta, tal y como él mismo ha explicado en su cuenta de Twitter: "Solo soy un viejo con mucho tiempo libre. Vi que estabas en un aprieto esta mañana, así que reparé tu llanta pinchada y volví a llenar el aire. Sin embargo, el arreglo no es perfecto, por lo que probablemente querrás volver a llenarlo de aire pronto".
 
El hombre añadió que no era necesario que le diera las gracias, pero que, si sentía obligado a ello, le daba una solución por adelantado: "Haz algo bueno por tu familia o por alguien, por cualquier persona". La carta estaba firmada por "el viejo tipo de los globos con mucho tiempo libre", posiblemente haciendo una referencia a los globos con los que le puso aire en la rueda. La historia no ha tardado en hacerse viral tanto en Japón como fuera de sus fronteras, demostrando que sigue habiendo gente buena en cualquier parte.

Fuente: El Confidencial