En los últimos días murió Marisa Chivalero, era maestra del jardín de infantes de la localidad y ha generado gran consternación en la comunidad.

La familia Chivalero es oriunda de Vicuña Mackenna, 11 hermanos surgieron en un contexto humilde y de mucho trabajo.
Con el paso de los años la familia se esparció por Córdoba y otras provincias.

En las últimas horas el fallecimiento por Covid-19 de Marisa Chivalero impactó en la sociedad de Mackenna, debido a que esta mujer era un personaje muy querido y reconocido por su labor en el jardín de infantes, donde conocía bien a cada uno de sus integrantes.

Pablo Chivalero, hermano de la fallecida, relató a Radio Río Cuarto que este es el segundo caso de muerte por Covid-19 en su familia, ya que otra hermana que vivía en Venado Tuerto murió en el mes de septiembre a causa de la misma patología.

Esta familia está marcada por el dolor y la angustia ya que hace dos años falleció otro hermano por un ACV, además de la muerte de los padres del clan.

Érica Marisa Chivalero, tenía 51 años y era madre de una mujer de 31 años y de un adolescente de 17 años.  

Marisa había estudiado maestra jardinera en la localidad de Villa Mercedes, como las dificultades económicas eran profundas en el seno familiar, a ella le costó mucho hacer la carrera, “no nos alcanzaba la plata, así que ella hacía dedo, la acompañábamos con mi mamá los lunes y el viernes volvía a Mackenna. Mientras vivía en una escuela de monjas”.

Pablo Chivalero aseguró que su hermana no tenía ninguna enfermedad, “era una persona sana”.

Por su parte Patricia Bruera, Directora del Jardín de Infantes Guido Spano, en diálogo con Radio Río Cuarto manifestó que se encuentran “anestesiadas” ante la repentina muerte de Marisa.

La responsable de la institución expresó que las muertes de familiares de Marisa la habían afectado mucho y esos golpes de la vida la habían llevado a tareas pasivas en el Jardín de Infantes.

Marisa trabajó durante más de dos décadas en la institución por lo que se pensó en realizar un taller con una psicóloga para afrontar la muerte de esta referente, para cuando vuelvan los estudiantes a partir del 31 de mayo.

“Ella era muy responsable, muy apegada a la institución, conocía a todos los chicos, era parte de nuestra historia” expresó Bruera.

Marisa, junto a las docentes del Jardín, tenían puestas las dos dosis de la vacuna contra el Covid-19, “dicen que lleva tiempo generar anticuerpos, tal vez el organismo de ella no los había generado debidamente” manifestó la Directora tratando de buscar respuestas ante la sorpresiva muerte.

“Estamos como anestesiadas por este golpe, no comprendemos. Uno entiende que la gente tiene que trabajar, pero también hay gente irresponsable que se expone y así lo hace con los demás”.


Informe16/Claudio Mendía