Al conocerse la noticia, un gran revuelo se originó en un pueblo de Gerona, en España. Resulta que un conocido prostíbulo ubicado a las afueras de la localidad, año tras año realiza el habitual sorteo de la canasta de Navidad. ¿La sorpresa de esta edición? el ganador fue un cura.

Identificado como Don Nemesio, el párroco declaró en su defensa y reconoció haber visitado este local hace un par de semanas, haciendo constar que fue en horario de mañanas y a requerimiento de “la Madame”, quien luego de haber dado a luz, se había interesado en la posibilidad de bautizar a su recién nacido, pensando que su presencia en la Iglesia hubiera causado estupor entre los fieles por ser sobradamente conocida por las tareas que desempeña.

Como muestra de gratitud, esta señora le habría regalado al párroco una participación de dicha Canasta. El cura, o don Neme, como es conocido normalmente por los vecinos, entregó dicha cesta a Cáritas, según informaron medios locales.