En un partido sin equivalencias la Selección le ganó 6 a 0 a Singapur, la federación N° 157 en el ránking de la FIFA, con goles de Federico Fazio, uno de los únicos dos defensores que dispuso el DT argentino, Joaquín Correa, Alejandro Papu Gómez, Leandro Paredes, Lucas Alario y Ángel Di María.
Los dos primeros tantos del equipo nacional llegaron a la salida de tiros de esquina (como el de Gabriel Mercado a Brasil), en el que los locales expusieron toda su ingenuidad para a la hora de las marcas en la pelota parada.
El partido marca el segundo encuentro de la Era Sampaoli, luego de la victoria ante Brasil por 1 a 0 en Melbourne, y es poco más que un entrenamiento para la Argentina teniendo en cuenta las notables diferencias de jerarquía entre un equipo y otro. Por esto es que el técnico de la Albiceleste optó para en esta oportunidad por un equipo súper ofensivo, con el objetivo de aceitar la rapidez de la recuperación.
Con dos zagueros y un volante de recuperación, el entrenador de 57 años dispuso un esquema 2-3-5. Dicha táctica podría ser útil para evaluar a jugadores que no tendrían demasiados minutos en partidos de mayor trascendencia.
Si bien habrá sólo tres jugadores de campo de función defensiva (Emmanuel Mammana y Federico Fazio en el fondo y Lucas Biglia, quien será el capitán, como volante de contención), Sampaoli explicó que quiere que "los diez jugadores de campo" se conviertan en defensores para la "recuperación rápida". El técnico quiere convertir esta idea prácticamente en un dogma.
Este compromiso es la última prueba de cara a los encuentros por Eliminatorias Sudamericanas ante Uruguay (31 de agosto, de visitante) y Venezuela (5 de septiembre, como local)