Atención: las imágenes contienen alto nivel de violencia y pueden herir la sensibilidad del lector
Hace pocos días comenzó a circular un video de dos mujeres peleándose en un comercio ubicado frente de la cárcel de Río Cuarto. No sólo se visualiza una brutal violencia física, sino también verbal. Como si fuera un ring donde los entrenadores le dan indicaciones a sus pupilos, se escuchan voces de otras mujeres diciéndole a las protagonistas cómo tienen que golpear a su par, qué hacerle o de qué forma lastimarla.
Además, en las imágenes publicadas por
Crónica Videos, se pueden ver a menores de edad que observan, incrédulos, ante la violenta disputa que desarrollan las señoritas. Pero lo preocupante es que nadie se involucra, nadie interfiere para dar un freno. Ninguna de las tantas personas que está en los alrededores intenta evitar que la descarada pelea se extienda.
¿Por qué sucede esto? ¿Por qué nadie busca prevenir mayores consecuencias? Si bien se desconocen las razones y causas que llevaron a estas dos mujeres a lastimarse de esa manera, absolutamente nadie parece estar interesado en dejar su pasivo rol de espectador.
¿Nos gusta ver peleas de otras personas? ¿Las personas no quieren involucrarse para no salir lastimadas? Son contadas excepciones los casos donde hay una pelea y alguien se mete a separar. En general, siempre se deja que la pelea "fluya". También ocurrió hace unos meses en Laboulaye. A la salida del colegio,
se trenzaron a golpes dos adolescentes y los otros chicos presentes sólo se limitaban a filmar la escena con sus teléfonos celulares. Tras casi un minuto de espectáculo, dos chicas se acercan para frenar la disputa.
¿Vos por qué pensás que nunca nadie se mete a frenar las peleas callejeras ajenas? Opiná.