Marco Aguinis, reconocido intelectual, médico y escritor argentino presentó su último libro Incendio de Ideas y dialogó con Mabel Sánchez donde analizó la intelectualidad nacional, la prensa y consideraciones de su libro.
“Este libro refleja mi paso por diferentes profesiones que he ejercido con pasión y entusiasmo y en ellas he visto al ser humano desde distintos ángulos desde lo médico cuando ejercí la neurocirugía, el psicoanálisis, la música cuando fui concertista de piano, en la política cuando fui secretario de cultura y siempre, desde mi pubertad, escribí” expresó Aguinis.
Crítico en cuanto a los comportamiento sociales, el intelectual dijo ante el micrófono de Radio Río Cuarto “yo temo lo que sucederá con las próximas generaciones que avanzan mucho en las tecnologías, pero donde la lectura está muy limitada y ésta es un ejercicio mental que a mí me dio interés por conocer muchas cosas y agilidad mental, temo que la falta de lectura dañe la capacidad de pensar de forma objetiva, equidistante, equilibrada, y esto es un problema.
Pero la humanidad avanza siempre con pasos diferentes, para la derecha y para la izquierda, avanza con heridas, con problemas graves, pero avanza”.
En Incendio de Ideas, Aguinis aborda distintos tópicos desde la psicología, la teología, la cultura, Medio Oriente, “tomo muchos temas, son capítulos breves con ideas fuertes, son ideas llenas de apasionamiento, de fuego”.
En cuanto a la intelectualidad en Argentina, Aguinis dijo “la palabra intelectual se ha prestado a muchos equívocos, los grandes pensadores griegos se han destacado hasta la actualidad, estos se reprodujeron en Roma y en la Edad Media. A partir de la Revolución Francesa toman mayor relevancia y son tenidos más en cuenta, pero se dividen en corrientes diversas y muchos traicionan los ideales de origen y se volvieron los voceros de lo contrario, de la intolerancia, de la decadencia, por esa tendencia a la dictadura, al pensamiento único que luego fue tomado por el fascismo, el nazismo y los populismos y al día de hoy nos encontramos con intelectuales que apoyan esa corriente y que no tienen la dimensión equilibrada, serena, profunda, que les permita observar con precisión de lo que sucede y se dejan llevar por la emoción”.
Mabel Sánchez le planteó al escritor que estamos tan comunicados, pero a la vez en llamas, a lo que Aguinis contestó “estamos comunicados superficialmente, no nos escuchamos, registramos lo que coincide con nuestra opinión y esto impide que la comunicación sea profunda, aquellos que logran seducir son los que logran penetrar. Hay formas de hablar que seducen más que otras”.
Antes de finalizar la nota, Aguinis habló acerca la esperanza, “todos tenemos una idea esperanzada de que las cosas irán mejorando, todos nosotros desde nuestros humildes rincones debemos esforzarnos. No es bueno vivir quejándose, en la prensa se muestra mucho los aspectos negativos, no hay el mismo peso de lo bueno respecto a lo malo.
La prensa no se da cuenta que tiene un rol didáctico, la gente lee y escucha con el propósito de entender, de comprender, de orientarse, cuando la prensa no le muestra y dice que está bien, la gente está como perdida y ese rol que puede desarrollar la prensa no lo hace y eso se lo critico”.