Ocurrió en medio de una discusión entre un adolescente y su padre en Neuquén. La Justicia apenas le aplicó una probation.
En marzo del año pasado un joven de 17 años fue víctima de un momento de terror en su propia casa de la ciudad de Neuquén: fue violentamente golpeado por su padre en medio de una discusión, en la que el agresor tomó una pistola Versa calibre 22 y -furioso- le gatilló tres veces en la cabeza. De milagro, el tiro no salió.
Al ver la situación, la madre del adolescente denunció al papá. En las últimas horas, a más de un año del hecho, la Justicia resolvió una leve pena para el grado de violencia del ataque y la acusación que pesaba en su contra.
La fiscalía y la defensa llegaron a un acuerdo total en el que beneficiaron al agresor con una suspensión de juicio a prueba por un año. Durante este período deberá realizar 96 horas de trabajo comunitario, presentarse cada dos meses ante la Justicia y realizar un tratamiento psicológico para el manejo de ira.
La dramática escena ocurrió el 5 de marzo del año pasado, alrededor de las 22:30, dentro de una casa del barrio Progreso.
Luego del calvario al que fue sometido, la mamá del menor hizo la denuncia hasta que en octubre se le formularon cargos por lesiones leves agravadas por el vínculo, amenazas agravadas por el uso de arma y tenencia de arma de fuego (no tenía permiso de portación), resistencia y desobediencia a la autoridad, ya que al momento de su detención el hombre intentó huir de la casa. El joven tuvo que ser atendido en un hospital tras recibir heridas en su cuero cabelludo.
Entre los detalles que se dieron a conocer, se supo que el juez consultó si pedirían una restricción de acercamiento, pero la fiscalía aclaró que padre e hijo conviven bajo el mismo techo y que por eso debe abstenerse de cometer actos de violencia.