Es para cuidarla de la multitud de turistas que la visitan
Alerta roja para los cientos de miles de turistas que viajan a la "ciudad eterna" para cumplir, entre otras cosas, con el ritual de tirar una moneda en la legendaria Fontana di Trevi. De prosperar una idea que lanzó ayer la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, pronto nadie podrá detenerse ante la famosa fuente.
Después de que en las últimas semanas, la fuente barroca fue humillada por turistas que se zambulleron en ella, al mejor estilo Anita Ekberg en La dolce vita, de Federico Fellini, Raggi reveló que la comuna está analizando poner en marcha un sistema para impedir esas barbaridades. Éste implicaría la existencia de un corredor a través del cual los turistas sólo podrían fluir ante la fontana. Pasa algo parecido en sitios que son meta de miles de turistas en el mundo, como por ejemplo la sala donde puede contemplarse La Gioconda, de Leonardo da Vinci, en el Museo del Louvre, en Francia.
La primera alcaldesa de Roma, que fue elegida en junio pasado de la mano del antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5E), aseguró también que ha decidido intensificar el control de la policía municipal en los monumentos.
"Tenemos un cuerpo de la policía municipal de aproximadamente 5000 unidades; la edad promedio es muy alta, entre 55 y 60 años. Vigilan muchísimo las calles, pero también comienzan a controlar muchos monumentos", dijo Raggi, interrogada en un programa de televisión sobre los episodios de salvajismo que se registraron en la "ciudad eterna" últimamente.
"En la Fontana di Trevi estamos estableciendo no sólo turnos más intensos, sino también un recorrido de fruición que no permita detenerse", explicó.
Como no podía ser de otra manera, la noticia de que pronto podría estar "prohibido" detenerse ante la Fontana di Trevi enseguida tuvo gran repercusión. Portales, radios y programas de televisión se hicieron eco de la iniciativa de Raggi. Lanzar una moneda en la Fontana di Trevi, de hecho, es uno de los paseos obligatorios de los visitantes, que también se toman su tiempo para sacarse una foto o una selfie para inmortalizar el momento. De prosperar la prohibición, el lanzamiento de la moneda debería hacerse a la velocidad de la luz.
Según la leyenda, tirar una moneda a la Fontana di Trevi significa que uno va a regresar, algún día, a la "ciudad eterna". Según el último informe de Cáritas, la organización a la que se destina el dinero rescatado en la fuente, el año pasado se hundieron 1,4 millones de euros. Aunque no sólo arrojaron plata los turistas: según ese documento, también tiraron fichas de póquer, llaves, candados y hasta dos dentaduras postizas.
Si bien muchos creen que la famosa fuente siempre estuvo en la capital, se trata de una obra relativamente reciente. Se completó en 1762 gracias a un proyecto de Nicola Salvi, justo en el lugar que marcó en otra época el final de un acueducto, en el cruce de tres vías, de ahí fontana de "Trevi".
La idea de prohibir a los turistas detenerse en la fuente más famosa del barroco italiano -que fue restaurada recientemente- surgió en momentos de gran alarma por la salud del patrimonio artístico italiano, en muchos casos víctima de los desbordes de un flujo de visitantes cada vez más numeroso. Por lo que Italia analiza limitar el ingreso de turistas a sitios que atraen masas ya inmanejables. Y Venecia, una de las ciudades más castigadas, decidió poner en marcha, en vía experimental, un sistema "cuentapersonas".