Lo hizo en el marco del acuerdo con el sector de la construcción, que apunta a fabricar 100.000 viviendas. Buscan bajar el precio de los insumos para ganar competitividad
En el marco del convenio sectorial para la construcción firmado semanas atrás y del encuentro de la mesa sectorial convocada para realizar el seguimiento de los puntos consensuados, el Gobierno anunció ayer un acuerdo para bajar 14% en dólares el precio del barrote de aluminio y contribuir así a reducir los costos de las obras públicas y privadas. Fue acordado con Aluar, la principal productora del insumo en el país. A cambio, el Estado implementará un régimen tarifario más gradual para las empresas ultra electro intensivas entre las que se ubica la proveedora de aluminio, en la transición hasta que se desregule el mercado energético (ver aparte).
Al mismo tiempo, el Gobierno convocará en los próximos días a las empresas del sector siderúrgico para replicar este acuerdo con el acero, y lo mismo tiene pensado hacer con el rubro petroquímico, de forma tal de abaratar la producción del plástico, otro de los insumos principales de la actividad de la construcción.
El objetivo oficial es lograr un repunte de esta actividad, que todavía muestra señales débiles de reactivación, especialmente en lo que respecta a la obra privada. La pública comenzó a despertar en los últimos meses, con gran foco en las obras viales. El último dato disponible del Indec es de febrero y mostró una caída interanual del 3,4%. Sin embargo, el Indice Construya, que mide la actividad de las empresas líderes del sector, registró en marzo un alza del 11,2% con respecto al mismo mes del año pasado y una variación positiva de 3,3% versus febrero.
El acuerdo firmado ayer establece que Aluar reducirá desde hoy 14% en dólares el precio del barrote de aluminio y confluirá así con el valor de importación. Para grandes clientes, el costo por tonelada asciende a u$s 2275, mientras que para los más pequeños supera los u$s 2800. Esta rebaja no sólo impactará directamente en la estructura de costos de la construcción, sino también de distintas actividades industriales como la producción de carrocerías, vagones ferroviarios, autopartes, bicicletas, línea blanca y tubos, entre otras.
Según informó el Gobierno, la baja del precio será monitoreada por la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) y por la Comisión Nacional de Comercio Exterior.
"Creemos que el camino es el diálogo y el trabajo con cada industria para mejorar y establecer reglas claras, mejores y con transparencia. Lo hicimos en Vaca Muerta, con el sector automotriz, con textiles y calzado, con la construcción. El aluminio es un metal clave para el desarrollo de industrias vitales de la Argentina que queremos", señaló el ministro de Producción, Francisco Cabrera, en el marco del anuncio.
Según explicó el subsecretario de Coordinación de Obra Pública Federal del Ministerio del Interior, Ricardo Delgado, en una obra de agua y cloacas, el aluminio representa el 8%, por lo que la estimación oficial es que con la baja del precio, la cartera se ahorrará $ 200 millones de lo presupuestado este año para esas obras. En lo que respecta a viviendas, el impacto es del 2%.
Acero y petroquímica
Tras este primer acuerdo con el sector productor de aluminio, el Gobierno avanzará ahora con otros rubros como el del acero y la industria petroquímica, que también son insumos importantes de la construcción. Consultadas algunas empresas del sector siderúrgico, adelantaron que fueron convocadas para reuniones individuales para la semana próxima. Acindar y Siderar son las dos principales.
Desde la industria petroquímica, serían llamadas Dow, Petrobras, YPF y Petroquímica Cuyo, entre otras. Hasta ayer, en algunas empresas no tenían conocimiento de la convocatoria, pero fuentes de la industria plástica plantearon que es necesario una rebaja de los precios del polietileno, el polipropileno, el PET y el PVC, ya que "están 30% más caros que el mismo producto que se vende en Corea".