El Papa presidió la ceremonia desde el Vaticano, que duró alrededor de tres horas
Marcelo D'aloisio
Ante decenas de miles de fieles que desafiaron las fuertes medidas de seguridad para conseguir un lugar en la plaza de San Pedro del Vaticano para la misa del Domingo de Pascua, el papa Francisco pidió por los nuevos esclavos, por los niños explotados y por los inmigrantes.
“Que Dios ayude a quienes luchan contra la corrupción”, reclamó el Sumo Pontífice, quien también llamó a detener el tráfico de armas.
Asimismo, el pontífice argentino pidió hoy a los fieles no perder la esperanza, a pesar del sufrimiento en el mundo. "Uno se pregunta: pero si el señor ha resucitado ¿Cómo pueden suceder estas cosas? Cómo pueden ocurrir tantas desgracias, enfermedades, trata de personas, guerras, destrucción, mutilación, venganza, odio, ¿dónde está el Señor?", advirtió el Papa.
"A nadie se le ha preguntado si está contento con lo que sucede en el mundo. Para muchos no tiene explicación alguna. Es por ello que uno no tiene que cerrarse sino mirar hacia adelante. Allí no hay un muro, hay un horizonte", dijo.
El Sumo Pontífice también tuvo palabras para los fieles latinoamericanos: "Que Jesús Resucitado sostenga los esfuerzos de quienes, especialmente en América Latina, se comprometen en favor del bien común de las sociedades, tantas veces marcadas por tensiones políticas y sociales, que en algunos casos son sofocadas con la violencia".
"Que se construyan puentes de diálogo, perseverando en la lucha contra la plaga de la corrupción y en la búsqueda de válidas soluciones pacíficas ante las controversias, para el progreso y la consolidación de las instituciones democráticas, en el pleno respeto del estado de derecho", agregó.
Francisco pronunció estos pedidos frente a una cantidad enorme de turistas, peregrinos y romanos, que inundaron los aledaños de la plaza, decorada con coloridas flores primaverales, para escuchar al pontífice pronunciar la bendición “Urbi et Orbi”, su mensaje de Pascua “a la ciudad y al mundo”, desde el balcón central de la basílica de San Pedro.
Jacintos, tulipanes y narcisos, además de ramos de rosas rosas, decoraron las escaleras que dan al imponente templo.
Las fuertes medidas de seguridad, presentes en durante todas las celebraciones de Semana Santa, incluyeron efectivos armados de la policía apostados en tejados y detectores de metales.
¡Feliz Pascua! ¡Lleven a todos la alegría y la esperanza de Cristo Resucitado! pic.twitter.com/GC5WyTvNuR