En los últimos días vimos como las cotizaciones de la soja y el maíz cayeron impulsados por los pronósticos de la buena cosecha, situación que nos obliga a trabajar con el plan de comercialización de manera urgente.
Ahora la tarea de comercialización, a la que no todos le otorgan la importancia que merece, ahora dejo de ser importante y se transformó en una urgencia que tenemos que solucionar en la época donde menor cantidad de tiempo tenemos.
Ya las posiciones de cosecha del hemisferio sur no resultan tan útiles para diagramar nuestras coberturas con el mercado a término. Necesitamos agudizar el ingenio combinar mercados locales con internacionales y no todos estamos preparados para esto. Ante esta situación no podemos desalentarnos nuestra principal ocupación es encontrar las oportunidades que el mercado nos otorga, eso sin improvisar y mucho menos que nuestro sentimiento alcista nos quite la capacidad de pensar.
En el caso de la soja todavía la cotización Noviembre muestra valores interesantes para tomar coberturas con los excedentes teniendo en cuenta las paridades internacionales y las tasas de interés implícitas de los pases.
Entramos en una época de extremada volatilidad, el comportamiento del tiempo define las cosechas, en este momento se empieza a planificar la siembra en el hemisferio norte y se recolecta en el hemisferio sur. Mañana el USDA (Departamento de Agricultura de Estados Unidos) publicará las superficies estimadas de siembra para el principal productor de granos del mundo de la cosecha gruesa y los stocks; este informe provocará movimientos no solo en los coberturistas (personas que cubren sus riesgos en los Mercados a Término) sino también en los especuladores (personas que piensan beneficiarse con el movimientos de los precios de los granos).
Si el lector piensa que permitir la presencia de especuladores es pernicioso para el funcionamiento del mercado, o que su participación afecta a quienes producen o necesitan los granos como materia prima no es el razonamiento correcto. La presencia de especuladores garantiza que quienes tienen la obligación de tomar coberturas puedan hacerlo, sin especuladores es más difícil tomar coberturas.
En consecuencia el accionar de los especuladores puede terminar atentando contra la rentabilidad del productor, siempre que este no haya tomado coberturas.
Si usted es productor y en su análisis llega a la conclusión que tiene que lidiar con el comportamiento del tiempo, con las medidas políticas, con el estado de los caminos, con el tipo de cambio, la tarifa de fletes, además tiene que lidiar con estos “especuladores” que atentan contra su rentabilidad transforman a estos actores en personas detestables y ya empieza a odiarlos.
Y mientras pensamos si estos deben seguir participando en el mercado, o si la legislación debería desalentar la participación de estos en el mercado, porque atentan contra el productor o el consumidor, solo me resta preguntar algo ¿Cómo definiríamos a aquellos productores que no tomaron coberturas a valores rentables esperando que los precios suban y beneficiarse con el alza?