Desde la muerte de Julio Humberto Grondona el 30 de julio de 2014, la Asociación del Fútbol Argentino se consumió en una lucha interna de poder que hoy cerró un nuevo -y no necesariamente el último- capítulo con la formalización de Claudio Tapia como nuevo presidente.
El hombre de Barracas Central fue el único candidato al máximo sillón de la calle Viamonte, tras mil luchas internas y luego de que en diciembre de 2015 Luis Segura y Marcelo Tinelli “igualaran” en los comicios en un irregular e inexplicable 38-38 cuando solo había 75 votantes.
Hoy fueron 43 los asambleístas habilitados a votar, 22 de Primera División -según la tabla de Promedios- y 21 del ascenso y ligas del interior. El sufragio lo ganó con 40 votos positivos y tres en blanco.
Su llegada al cargo se basó en el apoyo clave de actores de mucho peso en el fútbol argentino. De hecho, sus vicepresidentes son Daniel Angelici, presidente de Boca, y Hugo Moyano, presidente de Independiente; mientras que Víctor Blanco, presidente de Racing, será el secretario general. Además, ratificará a dos aliados fundamentales en su cruzada por presidir AFA; los hombres que le garantizaron el apoyo incondicional de todo el ascenso. Se trata de Daniel Ferreiro, vicepresidente de Nueva Chicago, quien seguirá como presidente de la B Nacional, y de Pablo Toviggino, quien se sostendrá como titular del Consejo Federal.
Fuera de esta nueva dirigencia quedaron dos nombres de muchísimo peso, representantes de dos colosos del fútbol argentino: Rodolfo D’Onofrio, presidente de River, y Marcelo Tinelli, vicepresidente de San Lorenzo, aún no tienen lugar. Esto cambiaría con la creación de la Superliga, que saldría de la esfera de AFA y pasaría a estar bajo control de una nueva dirigencia. Allí, Tinelli, hasta hoy Secretario de Selecciones Nacionales, presidiría el campeonato de la Primera División con D’Onofrio como vice.
Fuente: TyC Sports