Cuando suena la sirena de emergencia, los vecinos corren a sus casas para tratar de protegerlas del inminente deslave con tablas de madera, mesas, sacos de tierra o lo que tengan a la mano.
Pero a veces la fuerza del huaico es tan grande que sólo queda escapar y abandonarlo todo para salvar la vida.
Como sucedió este fin de semana en Trujillo, cuando se registraron los deslaves más fuertes en 20 años en esta ciudad al norte de Perú y que es la tercera más poblada del país.
El huaico se abrió camino rompiendo un puente, arrastrando animales y autos, inundando algunas casas y arrasando con otras.
"Cayeron postes y las casas en los barrios más humildes quedaron destruidas", relató a BBC Mundo el periodista Paul Acevedo, residente de Trujillo.
"La gente ya no duerme pensando que puede venir otro huaico. Hay mucho miedo y desinformación", añade Acevedo.
La causa de estas auténticas avalanchas es un fenómeno climático conocido como "El Niño Costero", que castiga con intensas lluvias a las zonas costeras de Perú y Ecuador.
Un huaico se forma cuando lodo se desliza desde una quebrada o montaña alcanzando alguno de los caudalosos ríos que cruzan Perú.
Hasta el momento, las fuertes precipitaciones de agua, inundaciones y deslaves provocaron la muerte de 75 personas, mientras hay 20 ciudadanos desaparecidos y 263 heridos en todo el país, según cifras oficiales.
El Centro de Operaciones de Emergencia Nacional de Perú informó que 99.475 personas se quedaron sin hogar y existen otras 626.298 que sufrieron daños en sus casas. En total, 134.125 viviendas fueron afectadas.
CNN en Español
La magnitud del desastre llevó a que el presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski anuncie la creación de un "zar de la construcción", para ayudar a los damnificados.
Cuando se va el huaico
Los huaicos destruyeron casas en algunos de los barrios populares de Trujillo.
Cuando la avalancha de lodo y escombros da tregua no hay muchos motivos para alegrarse.
La ciudad queda inundada en barro que alcanza hasta las rodillas, el agua cierra el paso de muchas calles y una nube de polvo cubre a todo y a todos.
"Te arde la garganta y los ojos por el polvo. Hay peligro de que se multiplique el dengue, el paludismo, la conjuntivitis y la chikungunya", apunta Acevedo.
"La ciudad está a la deriva. Estamos a merced de las lluvias", concluye el periodista.
Cuando la avalancha de lodo y escombros da tregua no hay muchos motivos para alegrarse.
Las autoridades peruanas tampoco son muy optimistas.
Este domingo, el ministro de Transportes y Comunicaciones, Martín Vizcarra, visitó Trujillo para estimar el margen del desastre.
"La naturaleza ha sido dura", lamentó la autoridad, al momento de reconocer que tardarán semanas en reconstruir al puente Virú.
Por supuesto que Trujillo no es la única ciudad peruana que sufre por los desastres naturales provocados por "El Niño Costero".
Poblaciones a lo largo de las provincias de Áncash, Lima, Ica, Huancavelica, Ayacucho, Lambayeque, Piura. Tumbes y La Libertad, donde se encuentra Trujillo, se han visto afectadas por las inundaciones y los deslaves.
Trujillo no es la única población afectada por los huaicos.
El servicio de agua potable se ha visto afectado incluso en la capital peruana, Lima.
Por si todo esto fuera poco, el pronóstico del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología no es muy alentador. Va a seguir lloviendo muy fuerte en Trujillo y el resto del norte peruano al menos hasta el 23 de marzo.
Solidaridad en la región
Ante la situación de emergencia que se vive en Perú, varios gobiernos de la región respondieron de forma solidaria.
Aeronaves de la Fuerza Aérea de Colombia apoyarán en labores humanitarias. En total 20 militares llegarán a Perú en los Black Hawk FAC 4136 y FAC 4120 que estarán en Perú por espacio de 5 días, realizado misiones de evacuación de personal y transporte de carga humanitaria, según un comunicado de la Fuerza Aérea colombiana.
Ecuador envió un avión con 3,3 toneladas de ayuda humanitaria y Argentina también se mostró a disposición de las autoridades peruanas.
Además, este domingo, el papa Francisco expresó su apoyo al pueblo de Perú. "Quiero transmitir mi cercanía a la querida población de Perú, duramente afectada por devastadoras inundaciones", dijo el papa durante el rezo del Angelus en El Vaticano.
"Rezo por las víctimas y por quienes se afanan en ofrecer socorro", dijo el pontífice en italiano ante una multitud reunida en la Plaza de San Pedro.