Mussa es un niño pobre y huérfano de Sierra Leona que recibe un par de botines donados por el Pikin Center para poder jugar a su deporte favorito, el fútbol. Para él, como para la mayoría de los chicos del pueblo Madina, es algo completamente inusual, ya que prácticamente no tienen ropa ni calzado. Sin embargo, él decidió compartirlos con Mohamed Samura, otro pikin (como se llama a los beneficiarios del centro) de la zona. Uno usa el izquierdo y el otro el derecho.
Hace más de ocho años, Virginia Bazterrica, junto a su amiga Marta Sánchez Moix, ambas dentistas, crearon el proyecto "Pikin Divain". Ubicado en el pueblo Madina, del país africano Sierra Leona, en su Pikin Center, les dan asistencia a más de 50 niños que están en situación de vulnerabilidad, buscando mejorar la calidad de vida a través de la escolarización. "Actualmente los niños solo comen un plato de arroz por día y muchos de ellos no van a la escuela", comentó Virginia, sobre un país donde el 85% de la población es analfabeta y solo uno de cada siete niños está escolarizado.
El nombre del proyecto surge del limba, la lengua nativa del país. Pikin significa niño y los locales afirman que los pikins son "divains", porque son luchadores natos. "Luchan por su vida desde que nacen. No tienen vacunas, ni médicos, ni agua, ni luz, ni juguetes, ni padres que los cuiden. Por eso el proyecto se llama así, es un homenaje a ellos", afirmó la dentista.
En el Pikin Center viven 8 niños huérfanos o en situación de abandono, entre los cuales se encuentra Mussa, uno de los chicos más conocidos por su carácter y simpatía. Aparte de su uniforme, a los pikins se les da ropa para todo el año, y también botines. Respecto al gesto solidario de Mussa, Virginia opinó: "Me sorprendió, pero no mucho la verdad. Ellos comparten todo y se ponen felices".