No eran de Ángeles Rawson los rastros biológicos hallados en el sótano del edificio de Ravignani 2360 y en el auto Renault Mégane del único imputado por el homicidio de la chica, Jorge Mangeri. Así se conoció ayer, horas antes de que el cuerpo de la joven estudiante asesinada el 11 de junio pasado en Palermo fuera exhumado para ser sometido a estudios forenses complementarios tendientes a determinar claramente cuál fue la causa y la mecánica de la muerte.

El Servicio de Huellas Digitales Genéticas de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires, determinó que las muestras de material genético recolectadas en el sótano y en el auto -pelos, en su mayoría- no son compatibles con el ADN de Ángeles.

"Tardaron muchísimo estos análisis de ADN y ahora el único que falta es el estudio de los restos que había en la aspiradora. Así como hay una nueva junta médica que pidió la exhumación del cadáver, algo en lo que nosotros no estamos de acuerdo, también queremos una junta sobre los estudios de ADN", solicitó uno de los abogados defensores de Mangeri, Marcelo Biondi, en declaraciones a la prensa.

Después de que el sábado la junta médica le solicitara al juez de la causa, Javier Ríos, la exhumación del cuerpo de Ángeles, personal de la Policía Federal arribó ayer a las 18 al cementerio Jardín de Paz, en la localidad de Pilar, para trasladar el cuerpo de la víctima hacia la Morgue Judicial del Cuerpo Médico Forense, situada en Junín 760, Capital.

Hoy comenzarán nuevos estudios, sin la presencia del médico forense que realizó los primeros, que tendrán como finalidad esclarecer más de 72 puntos que la nueva junta criticó de la primera necropsia.

Según informó LA NACION, el objetivo principal es la revisión de una serie de traumatismos en la zona de la columna vertebral de Ángeles. Además, se volverán a hacer varios de los estudios que fueron realizados en un primer momento. No obstante, fuentes de la investigación aclararon que no se practicará una nueva autopsia sobre el cuerpo.

Así lo decidieron los peritos de parte y los oficiales, especialistas en tanatología, ginecología, clínica médica, neumonología, anatomopatología y diagnóstico por imágenes, que se reunieron el sábado pasado durante cinco horas.

Uno de ellos, el psiquiatra Jorge Martínez, perito de la defensa, dijo a la agencia de noticias Télam que "la exhumación se decidió en forma conjunta, por lo que no hubo disidencias entre los peritos". Además, explicó que "no se trata de una reautopsia, que es algo que en la imagen popular significa un nuevo manoseo del cadáver; esto es algo que se hace con suma prolijidad".

La junta médica debe expedirse dentro de los próximos diez días sobre todos los "espacios en blanco" que dejó la autopsia anterior, para así poder profundizar y despejar todas las dudas en cuanto a unos de los ítems de la causa que todavía no ha sido cabalmente determinado: ¿cómo y por qué murió Ángeles?

Ríos pidió, además, que los legistas precisen qué lesiones fueron vitales, cuáles post mórtem y cuáles las que causaron la muerte; también, que establezcan si Ángeles fue golpeada por su asesino, si estuvo inconsciente, por qué y durante cuánto tiempo, si fue o no estrangulada y/o sofocada, si presenta signos de lucha, si padeció una agonía y si sufrió un ataque sexual o un intento.

Cabe resaltar que aún se desconoce cómo hizo el asesino para deshacerse del cuerpo de la víctima y si contó con ayuda para hacerlo.

Por otra parte, se espera que hoy declare el padrastro de Ángeles, Sergio Opatowski, que fue citado luego de que el juez estableciera que no pudo haber estado involucrado en el crimen. La citación para la testimonial de Opatowski fue ordenada luego de que se determinara que la sangre que se encontró en el asiento trasero de su vehículo, un Chevrolet Celta, podría ser de algún familiar, principalmente del hermano de Ángeles, Juan Cruz Rawson, que había sido trasladado a su casa en ese vehículo luego de que lo operaran de una fístula, en febrero pasado.

Otro de los factores que llevó a esta citación fue la aparición de un video de una cámara de seguridad de una sucursal del Banco Macro, en el cual se muestra a Opatowski dentro de las instalaciones, lo que corroboró la explicación de sus movimientos que había dado a las autoridades al principio de la investigación.

Fuente: Lanación.com