Son cuatro hermanos de entre 3 y 9 años que vieron cómo detenían a sus padres. Un juez decidió que quedaran bajo la custodia de una tía.
Los paquetes con 825 kilos de marihuana están apilados sobre una pared del sencillo comedor de una casa ubicada en una zona rural del Gran Mendoza. Junto a la droga, cuatro hermanitos, de entre 3 y 9 años, almuerzan fideos. Es viernes por la tarde, la temperatura roza los 26 grados y la Policía acaba de entrar a la fuerza a la precaria vivienda. Esposan y detienen a los padres de los chicos y a otras cinco personas. Los menores siguen comiendo. Sobre la mesa, una botella de plástico con jugo de naranja. De fondo, la TV de 21 pulgadas encendida. La nena más pequeña sigue atenta la serie animada. Su hermanito se ve atraído por el flash del fotógrafo policial. La imagen lo dice todo.
La foto fue tomada por la División Lucha contra el Narcotráfico en la localidad de Guaymallén. El operativo se bautizó Vendimia, porque ocurrió el pasado fin de semana, en medio de los festejos de la principal celebración de la producción y el turismo de Mendoza. La marihuana, valuada en unos 10 millones de pesos, había partido desde Paraguay. Desde la frontera fueron trasladados en camión hasta la localidad mendocina de Los Corralitos. Su destino final era Chile, donde el valor puede cuadruplicarse.
El juez federal Walter Bento ordenó la detención de siete personas (seis hombres y una mujer): el chofer del camión y su acompañante, ambos de origen paraguayo; el padre y la madre de los nenes que viven en la casa donde estaba la droga; el supuesto organizador de la operación, un comerciante con antecedentes penales; y otras dos personas que ayudaron en el traslado del cargamento. Sus condenas pueden variar de 3 a 15 años en prisión, según el grado de responsabilidad.
La foto que desnuda la vulnerabilidad de los menores involucrados en el narcotráfico fue publicada por el diario mendocino El Sol y tomada por uno de los policías que realizó el allanamiento.
“El Estado no tiene herramientas para contener a estos chicos ni a los adictos que terminan involucrados en el narcotráfico”, describe con crudeza el juez Bento. Su decisión, tomada en el mismo momento del allanamiento, fue que los chicos quedaran al cuidado de una tía hasta que se resuelva la situación procesal de los padres. Es factible que la madre, al tener 25 años e hijos menores de cinco, pueda pedir la prisión domiciliaria.
La investigación que derivó en el allanamiento demandó seis meses, con seguimiento de personas y escuchas telefónicas. Los investigadores presumen que los financistas de la operación eran chilenos. Sospechan que los padres de los chicos fueron contactados por el comerciante detenido, que cuenta con antecedentes de estafa y venta de drogas, para que permitieran esconder los paquetes de marihuana ya compactada.
El padre de los chicos trabaja como cuidador de los verdaderos de dueños de la finca, que tienen su casa junto a la vivienda allanada. El hombre aprovechó que los propietarios estaban de viaje por un mes para guardar la droga allí.
“Es el cargamento incautado más importante de los últimos años”, dijo el ministro de Seguridad de Mendoza, Giani Vennier. El operativo desencadenó más allanamientos en los municipios de Las Heras y Godoy Cruz, donde se encontraban “otros integrantes de la banda”.
Los 825 kilos de marihuana están guardados en un depósito judicial. Quedarán allí hasta abril cuando la droga sea incinerada en los hornos industriales de la cementera Minetti, en Villavicencio.