Luego de la noticia que señalaba el cierre de cuatro plantas de la empresa Sancor, incluyendo la de Coronel Moldes, el delegado de los trabajadores, Raúl Cruceño, desmintió que la planta de la localidad vaya a cerrar definitivamente.
El directorio de la empresa trabaja contra reloj para frenar una deuda que se ha tornado no sólo impagable, sino creciente, por acumulación de intereses, pero también de gastos corrientes en una estructura que quedó desbordada por el derrumbe de la actividad que provocaron las inundaciones en la cuenca lechera provocaron la reducción a la mitad la oferta de leche fluida, y el receso del consumo doméstico.
Ante esto se conoció una nota en donde el comando directivo de la empresa Sancor decidió cerrar las plantas emplazadas en las localidades de Brinkman, Córdoba, (depósito importante de quesos y acondicionamiento de materia prima para seleccionarla por calidad); Coronel Charlone, Buenos Aires, (elabora roquefort); Moldes, Córdoba, (queso pasta dura para exportación y mercado interno) y Centeno, Santa Fe.
Por su parte, el delegado de los trabajadores la fábrica de Moldes, Raúl Cruceño, señaló que la planta emplazada en las cercanías de la localidad no cerrará sus puertas sino que se suspenderá su actividad por un mes.
Cruceño expresó que, durante una reunión con directivos de la empresa, se habló de la problemática y de que Sancor está buscando futuros negocios para palear la situación. Destacó que cesará la actividad de la planta de Coronel Moldes por un mes ya que llevarán la materia prima a las fábricas que tienen mayor salida.
“La empresa no cierra sino que se suspende la actividad por un mes. La producción se lleva a otra planta donde se necesita”, manifestó el delegado de los trabajadores de la fábrica quien advirtió que, lamentablemente, se sigue cobrando de manera desdoblada.
Informó que, por parte de la empresa Sancor, habrá una restructuración de 5 plantas, donde los empleados de dichas no perderán sus empleos sino que, en caso de cierre, serán reubicados.