Cuando las lesiones se ensañan con un deportista, muchas veces el dolor y la incomodidad terminan ganado para terminar con la carrera de ese atleta. Pero son muchos los que no se dan por vencidos. Es el caso del nigeriano de la NBA, Festus Ezeli, quien recibirá en los próximos días un trasplante de ligamento de rodilla para poder seguir jugando.

La donación, según informó ESPN, proviene de una persona fallecida. Ezeli estaba en espera desde diciembre para poder conseguir el trasplante debido a la dificultad para conseguir un ligamento que encaje con sus 2,11 metros de altura.

La operación, inédita en la NBA, será llevada a cabo por el doctor Robert LaPrade, en la clínica Steadman, en Vail, Colorado. La recuperación del jugador de Portland, que esta temporada no pudo disputar ni un solo partido, será de alrededor de un año. En el invierno pasado había firmado con los Trail Blazers por dos campañas a cambio de 15 millones de dólares.

Carson Palmer, jugador de los Bengals de la NFL, es el deportista estadounidense más conocido que se ha sometido a una operación en la que se necesitara la ayuda de un donante. Sucedió en 2006 cuando se rompió los ligamentos de la rodilla izquierda y después jugó dos temporadas más.