Apenas algunos minutos después de golear por 6-1 al Sporting Gijón, Luis Enrique anunció en rueda de prensa que en junio dejará de ser el director técnico del Barcelona. "Me gustaría agradecer al club toda la confianza recibida. Han sido tres años inolvidables para mí y todo el equipo. Llegado el final de temporada, me vendrá bien un descanso", expresó.
A una semana de jugarse la clasificación a los cuartos de final de la Champions League ante el PSG (la ida fue 0-4), las palabras del entrenador sorprendieron al ámbito de fútbol. Si bien hace varias semanas que el rumor de su posible salida comenzó a circular en los periódicos españoles, el hecho de que sus declaraciones surjan en este momento hicieron ruido en los pasillos del club catalán. Inclusive, porque parece haber sido una decisión que pocos sabían.
"Es una decisión muy difícil, meditada y pesada, pero tengo que ser fiel y justo a lo que pienso. En esta pretemporada tuve una reunión con Robert Fernández en las que le adelanté que había una posibilidad de que no renovara el contrato. Me dijeron que no tenían prisa y que lo pensara hasta que tenga la certeza. Ese momento ha llegado", contó Luis Enrique. Y agregó: "El motivo de no renovar es la manera que tengo de vivir esta profesión. Es una búsqueda incesante de soluciones, de mejorar a mi equipo. Eso significa muy pocas horas de descanso, de desconectar. De todos modos, quedan tres meses apasionantes con tres competencias en juego. En una de ellas, con una situación difícil pero si los astros se alinean creo que tendremos la posibilidad de dar vuelta ese partido".
Desde su llegada, el director técnico ganó ocho títulos: dos Ligas, dos Copa del Rey, una Supercopa de España, una Champions, un Mundial de Clubes y una Supercopa de Europa.