Recientemente Google anunció
Perspective, una herramienta puesta a disposición de los medios de comunicación para filtrar comentarios cargados de odio en las noticias online.
No sólo las noticias falsas alteran la navegación sino que también los insultos, los "trolls" (usuarios falsos, muchas veces pagados para algún objetivo o causa) y los provocadores "profesionales" de disturbios envenenan a diario con comentarios tóxicos las conversaciones en los formatos digitales. Para combatir este panorama extendido está pensado Perspective como fruto de Jigsaw, incubador tecnológico de Alphabet, el paraguas corporativo que comprende a Google.
"Las organizaciones de medios quieren alentar la participación y la discusión sobre su contenido, pero se encuentran con que ver millones de comentarios para hallar los que son abusivos o malintencionados lleva mucho dinero, trabajo y tiempo. Como resultado, muchos sitios han cerrado sus secciones de comentarios", escribió Jared Cohen, presidente de Jigsaw, en el blog de
Google.
Al aprovechar el aprendizaje de máquinas (machine learning), esta tecnología reconoce los insultos explícitos pero también las ofensas más sutiles. El sistema, explica Jared Cohen, presidente de Jigsaw, analiza los comentarios y les asigna un puntaje de "toxicidad" de uno a cien. Se trata de un instrumento que Google deja en manos de los editores: ellos serán los que decidan cómo utilizarlo.
El
New York Times, involucrado en la fase de desarrollo junto a
Wikipedia, decidió utilizar estos algoritmos para hacer una primera proyección de los comentarios que los redactores deben moderar, cerca de once mil al día para un equipo de 14 personas y solo para el 10% de los artículos online.
Pero se puede decidir usar Perspective también de otros modos, por ejemplo, mostrando al usuario el "puntaje" de su comentario para ponerlo en guardia de un posible lenguaje ofensivo. Perspective no opera como una "lista negra", no juzga los comentarios sobre la base de un grupo predefinido de términos, sino que confronta las frases a través de una enorme base de datos inicial, comenzada con al menos cinco millones de comentarios etiquetados manualmente por revisores humanos.
La base de datos se "afina" cada vez que encuentra nuevos ejemplos de comentarios potencialmente ofensivos, cuya valoración es evaluada por las personas.
Por el momento Perspective está desarrollado solamente para el inglés, pero el futuro funcionamiento en otros idiomas dependerá de una fase de adiestramiento del algoritmo junto a organizaciones editoriales que trabajen en el proyecto en cada nueva lengua. Por ahora, en la fase de pruebas anglosajona, hay anotados otros dos grandes socios:
The Guardian y
The Economist.
La tecnología será de código abierto (open source), disponible sin costo para todos, según los planes. Los datos permanecerán disponibles para los editores que pueden elegir si le permiten a Google salvarlos.
Prácticamente nadie en el mundo puede considerarse inmune a los ataques de trolls, verdaderas legiones de internautas capaces de ofender o insultar a cualquiera, muchas veces desde la presunta seguridad de la distancia física y el anonimato.
Un estudio publicado en noviembre pasado por el instituto Data&Society muestra la problemática en números: el 72% de los usuarios de Internet en Estados Unidos alguna vez fue testigo de acosos en la web; casi la mitad (140 millones de personas) los sufrió alguna vez de forma directa; un tercio de los usuarios se autocensura en redes sociales por miedo a las reacciones que puedan generar sus comentarios y observaciones.
Muchos son los sitios de información que decidieron cerrar sus noticias a los comentarios, para no transformar sus plataformas en lugares de conversaciones ordinarias y agresivas.
Los esfuerzos para contener el lenguaje violento en la red son múltiples también por parte de otras grandes compañías tecnológicas. Twitter desde hace poco reforzó su lucha contra los "trolls" y los abusos, mientras que Instagram introdujo filtros "anti-acoso".
Facebook tiene una política de condena de la incitación al odio y sobre esta red social tales contenidos pueden ser denunciados y se advierte a los emisores para que los cancelen, incluyendo suspensiones de los perfiles que no cumplen las normas.
Agencias ANSA y Reuters