Francesca Chaouqui, que fue consultora para la reforma económica del Vaticano, publica 'En el nombre de Pedro', donde reproduce conversaciones con otros miembros de la comisión para el cambio creada por Francisco.
A final de 2015 los periodistas Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi -imputados en el denominado caso Vatileaks II- ya publicaron sus respectivos libros sobre los escándalos financieros de la Santa Sede. Ahora le toca el turno a la única mujer acusada en aquel proceso, la italiana Francesca Immacolata Chaouqui, que fue consultora para la reforma económica y organizativa del Vaticano y formó parte, junto al sacerdote español Ángel Vallejo Balda -también imputado-, de la comisión creada por el Papa Francisco para conocer la situación económica de la Santa Sede.
Chaouqui publica ahora el libro Nel nome di Pietro (En el nombre de Pedro), de la editorial Sperling & Kupfer, en el que tampoco deja títere con cabeza y saca a la luz nuevos trapos sucios de la Santa Sede. De momento, el libro se ha editado en italiano. Chaouqui explica que en el Vaticano no se convocan concursos para la adjudicación de servicios o proyectos, sino que hay una serie de proveedores que realizan el trabajo y lo cobran a su libre albedrío. Y asegura que en Roma existen diversos lugares de citas a los que los sacerdotes acuden o se encuentran con jóvenes.
La procesada repasa también en su libro algunos de los temas que los periodistas Nuzzi y Fittipaldi ya expusieron en sus obras Via Crucis y Avarizia, respectivamente. Así, vuelve a hablar de la fábrica de los santos, es decir de la gran máquina de hacer dinero que supone para el Vaticano el proceso de santificación, ya que para ello se debe pagar una gran cantidad de dinero a la Santa Sede. O de las cuentas poco claras del hospital infantil del Vaticano Niño Jesús.
Sin embargo, Nel nome di Pietro es un libro escrito en tono de novela, a diferencia de los ensayos publicados por los dos periodistas imputados. Incluso algunos fragmentos de la obra de Chaouqui parecen directamente una novela policíaca. "La noche de julio es sofocante. Ya habían pasado las once, cuando monseñor Balda y yo accedimos [al Vaticano] por la entrada de Santa Anna. Un hombre que viste el uniforme de la Guardia Suiza nos espera delante del cuartel. 'Sólo hay un lugar seguro', dice dirigiéndose a Balda, 'la habitación del capellán", dice literalmente un fragmento del libro recién publicado por la consultora italiana.
Aun así, en la obra no se escatiman detalles ni documentación. Chaouqui reproduce íntegramente algunos de los correos electrónicos que se intercambió con otros miembros de la denominada COSEA, es decir la comisión creada por el Papa Francisco en julio de 2013 para conocer la situación económica del Vaticano. Y al final del libro también incluye algunos documentos internos de esa comisión o una auditoria realizada a la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (Apsa), o sea el ente que gestiona los bienes inmuebles del Vaticano.
"En el Vaticano alguien roba al por mayor, y no en pequeñas cantidades. Incluso en el supermercado se han volatizado productos por un importe total de 412.000 euros. Está confirmado que los costes han aumentado el doble respecto a los ingresos, pero nada ni nadie explica por qué", afirma Chaouqui en su obra, en la que no faltan frases lapidarias o temas controvertidos. Por ejemplo, uno de los capítulos del libro se titula ¿Francisco está en peligro?, y plantea la posibilidad de que el pontífice esté realmente en riesgo por querer cambiar las dinámicas dentro de la Santa Sede.
Precisamente por eso Chaouqui considera que se cebaron con ella, porque formaba parte de una comisión que pretendía impulsar una transformación en el Vaticano. Al menos eso es lo que deja entender en su libro.