Se estima que para el año 2030, el cáncer será la principal causa de muerte en el mundo. Los expertos que vaticinan el peor escenario calculan que el 40 por ciento de la población estará en riesgo de desarrollar alguno de sus tipos. En Argentina, los más comunes son los de mama, colon y pulmón. Otras, como las leucemias, linfomas y mielomas son menos frecuentes, sin embargo el número de su incidencia puede alcanzar cifras alarmantes.
El cáncer de sangre abarca tumores que afectan el torrente sanguíneo, la médula ósea y el sistema linfático. Hay tres modalidades de este padecimiento: linfoma, leucemia y mieloma. Asimismo, hay cuatro tipos principales de leucemia, que se nombran de acuerdo al tipo de célula sanguínea en la cual se desarrolla el cáncer y la rapidez con la que avanza.
Uno de ellos es la Leucemia Linfocítica Crónica (LLC), de los más comunes entre adultos. En el país, según datos de la Sociedad Argentina de Hematología, 5 cada 100 mil habitantes son diagnosticados con LLC cada año. Además, es dos veces más común en los hombres que en las mujeres.
En números, la LLC representa el 30 por ciento de los casos de la patología, mientras que la Leucemia Mieloide Crónica corresponde al 11,5 por ciento. La Leucemia Linfoblástica Aguda es más común en menores de 5 años (11 por ciento del total), en tanto que la Leucemia Mieloide Agudatiene mayor prevalencia en adultos (36 por ciento).
En el marco de una nueva conmemoración del Día Mundial Contra el Cáncer, celebrado cada 4 febrero, la Asociación Leucemia Mieloide Argentina (ALMA) incursionó en el tema para llamar a la concientización. Extrapolando datos internacionales de la Sociedad Americana de Leucemia y Linfoma sobre las enfermedades oncohematológicas como las leucemias, linfomas y mielomas, concluyeron que habría cerca de un nuevo diagnóstico cada 30 minutos, lo que representa alrededor de 15 mil nuevos casos al año, un oscuro panorama que lleva a la imperiosa necesidad de encontrar un tratamiento.
El procedimiento médico para este tipo de enfermedad es especialmente complicado, ya que la edad promedio de los pacientes es de 72 años, y la quimioterapia puede llegar a ser peligrosa en extremo. De visita por el país, el experto español Francesc Bosch presentó la última novedad terapéutica, el Ibrutinib, una nueva indicación para el tratamiento en primera línea de algunos tipo de cáncer hematológicos, entre los que se encuentran la LLC, la LLC con deleción del cromosoma 17p, el linfoma de células del manto y la macroglobulinemia de Waldenström.
"Es un medicamento biológico que controla la enfermedad con una eficacia de control en el 80 o 90 por ciento de los pacientes. Hay que tomarlo de por vida, lo que convertimos a la enfermedad en una enfermedad crónica como si habláramos de hipertensión o diabetes: no la curamos pero la controlamos perfectamente", comentó a Infobae el doctor Bosch.
Qué sucede con el cáncer de cabeza y cuello
La expectativa en cuanto al surgimiento de distintos abordajes terapéuticos se repite con otras formas de cáncer, como por ejemplo para el de cabeza y cuello. Hasta ahora las opciones en pacientes con esta patología, que no habían respondido a una primera línea de tratamiento, eran limitadas. Sin embargo, tras una década sin novedades, se autorizó un anticuerpo monoclonal humanizado.
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) aprobó el medicamento inmuno-oncológico pembrolizumab para el tratamiento de pacientes con carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello recurrente o metastásico (HNSCC) que no hayan respondido a un tratamiento convencional de quimioterapia conteniendo platino. Complementaria a las cirugías, radioterapia y quimioterapia, en la fase de pruebas brindó mejores tasas de respuesta y sobrevida de los afectados.
Raúl Giglio, jefe de la Unidad Funcional de Cabeza y Cuello del Instituto de Oncología Angel H. Roffo, explicó que "se trata de un nuevo fármaco que ofrece una mayor tasa de respuesta, 18% cuando uno lo compara con el 5% o 6% que teníamos habitualmente con otros tratamientos. A su vez, alrededor de un 71% de esos pacientes que responden, mantuvieron los resultados por más de 12 meses, y todo ello con una baja toxicidad o efectos adversos tolerables".
El cáncer de mama y la proteína que resiste medicamentos
Un estudio encabezado por Científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) detectó una proteína que bloquea la función de los medicamentos, atentando contra la efectividad, en un subtipo de cáncer de mama, enfermedad que afecta a unas 18 mil personas por año en la Argentina. La investigación fue publicada en la revista Clinical Cancer Research.
Después de cinco años de investigación, los especialistas pudieron mostrar en células humanas y en ratones portadores de tumores de 78 pacientes resistentes al trastuzumab (un anticuerpo monoclonal) que una molécula que interviene normalmente en los procesos de inflamación (el factor de necrosis tumoral alfa o TNFa) produce una proteína (mucina 4) que inhibe la acción del anticuerpo mencionado, bloqueando el lugar donde éste se une con la célula tumoral.
También detallaron una manera de superar la resistencia: si se bloquea el TNFa, el trastuzumab recobra su efectividad y permite que las células del sistema inmune maten a las tumorales. Lo singular de esto es que los bloqueantes de TNFa se emplean desde hace más de 15 años para tratar la artritis reumatoidea.
Infobae