Hasta este sábado por la tarde, los equipos de respuesta combatían 75 incendios, 42 de los cuales estaban activos y 33 controlados. Solo 11 de los fuegos combatidos habían sido extinguidos, informó la Oficina Nacional de Emergencias (ONEMI). Se estima que el fuego ha arrasado casi 82.000 hectáreas. La región de O'Higgins es la más afectada, con unos 450 kilómetros cuadrados afectados por los incendios.
Los incendios afectaron los viñedos en la región de Maule, una de las regiones productoras de vino de la nación.
Los fuegos iniciaron hace una semana y se esparcieron rápidamente en los terrenos afectados por la sequía que enfrenta el país, además de que hay vientos fuertes y altas temperaturas del verano austral. Unas 200 personas de áreas rurales del sur de Santiago, la capital de Chile, han sido evacuadas ante el avance de los incendios.
El ONEMI informó que hasta ahora unas 30 casas han sido afectadas en Cardenal Cano y Colchagua. Nadie ha resultado herido, pero hay daños a la economía del país, dijo Josefina López, de la ONEMI, a la agencia AFP.
El gobierno de Chile dijo que requiere asistencia de aeronaves de otros países para combatir las llamas.
El humo de los incendios era arrastrado por el viento hacia el poblado de Cauquenes, en la región sureña de Maule.
La presidenta chilena, Michelle Bachelet, dijo que su colega francés, François Hollande, quien se encuentra de visita en Chile, ofreció su colaboración en las labores de atención de la emergencia.
El país requiere asistencia de helicópteros y aviones para combatir el fuego, dijo el ministro del Interior, Mario Fernández. La autoridad aseguró que lo primero es proteger la vida de las personas en las zonas comprometidas.
Hasta ahora el fuego se ha concentrado en áreas boscosas sin causar heridas a personas, pero se teme que hay fauna afectada en el lugar.
Fotografías: Reuters / Getty Images
BBC Mundo