Un vecino lo subió a Facebook y en dos días fue visto 1,9 millones de veces. La historia tuvo un final feliz.
Un joven iba a una estación de servicio, vio a una pareja que abandonaba a una gata y decidió filmarlos. Al subirlo a Facebook, la explosión fue inmediata. En sólo dos días, el video tuvo 1,9 millones de reproducciones, provocó un escrache virtual, y de manera vertiginosa logró un final feliz.
Ricardo Pereyra vive en el barrio Mil Casas de Tolosa, de La Plata. Circulaba en moto, cuando se encontró con una pareja que intentaba abandonar a una gata en la rotonda de 7 y 528. La mascota --llamada Tigresa-- estaba dentro de una canasta. Empezaron a discutir y pronto se sumó otro vecino, que invocó a la "Ley Sarmiento" de protección a los animales. La pareja se terminó llevando nuevamente al animal.
"Esto me paso hoy. Ayudenme a difundirlo, gracias a todos", publicó Ricardo en su cuenta de Facebook el martes a la madrugada. El mensaje fue compartido casi 60.000 veces y tuvo más de 4.800 comentarios.
Los usuarios de la red se enfurecieron. Repartieron insultos y armaron un escrache virtual, que obligó a la pareja involucrada a eliminar sus cuentas en la red social y hasta tuvieron que consultar a una abogada. “Nos dijeron cosas horribles y que meten miedo”, dijo Leona, la chica que aparece en el video, según lo informado por el medio local El Día.
"Mi novio no tiene nada que ver, y hasta se metieron con su familia. Llegaron a amenazar a su mamá, que ni siquiera tenía idea de todo lo que estaba pasando. Buscaron su dirección, las patentes, una cacería. La gente es muy cruel a la hora de señalar y acusar a los demás, aunque quizás en mi situación hubiera actuado igual”, continuó Leona.
La joven agregó que rescató al animal de la calle y que ahora “no tenía más remedio que dejarla ir”, ya que “soy extranjera y me voy del país en dos días”. “Tigresa tuvo cría y pude ubicar los gatitos, pero a ella no", se justificó la joven.
“Vamos a tratar de darla en adopción, ojalá aparezca alguien que la quiera”, continuó la muchacha. Y así fue. Ayer, se encontró en una esquina platense con Guillermo, un ingeniero jubilado que fue a buscar a su nueva mascota. Felizmente --y a un ritmo vertiginoso-- Tigresa tiene un nuevo hogar.