La teoría del 'gran impacto' podría cambiar con esta investigación.
El origen de nuestro satélite sigue siendo a día de hoy un misterio. Desde que en 1969 la misión Apolo XI pusiera al hombre en la Luna, los científicos han intentado buscar una explicación a su nacimiento. Hasta ahora, la teoría admitida entre la comunidad científica es la de que surgió tras un 'gran impacto' entre la Tierra y otro planeta.
Esta hipótesis sugiere la la creación de la Luna fue a partir de un único choque entre la protoTierra (nombre que se le da a la etapa primaria de la Tierra) y otro planeta, lo que generó tal energía que propició la evaporación de una parte de la protoTierra y la totalidad del impactador. Como resultado, la estela de sedimentos del impacto creo una órbita con forma de cinturón alrededor de nuestro planeta. La unión de sedimentos que creo la Luna se produjo gracias a las fuerzas gravitatorias. Pero según un reciente estudio publicado por la revista Geoscience Nature, la protoTierra podría haber sufrido no una, sino varias colisiones.
Raluca Rufu, astrofísica del Instituto Científico Weizmann de Israel, ha reabierto el debate del origen lunar gracias a una simulación matemática, concluyendo que nuestro satélite fue formado por numerosos choques . El estudio refleja que "al menos 20 impactos" tuvieron lugar en la Tierra primaria y, por ende, debieron conformar la Luna tal y como la conocemos hasta ahora.
"El escenario de varios choques es una forma de explicar el origen del satélite de forma más natural. En los inicios del Sistema Solar, los impactos fueron muy abundantes, por lo tanto es más evidente que varios planetas chocaran con nuestra joven Tierra e hicieran la Luna, en lugar de un sólo impacto", explica la astrofísica israelí. Esta hipótesis ya fue propuesta por el investigador australiano Alfred E. Ringwood en 1989, aunque nunca llegó a realizar un análisis numérico exhaustivo del origen.
Las pruebas determinaron que las colisiones fueron desde varios ángulos y que los planetas tenían un tamaño medio como el de Marte. Posteriormente, los sedimentos de los impactos crearon un cinturon orbital alrededor de nuestro planeta. Y, finalmente, durante un proceso que duró millones de años, los restos de este cintaron fueron depositandose poco a poco hasta fusionarse entre sí y conformar la Luna actual.
Para Jesús Marínez-Frías, jefe del Grupo de Investigación del CSIC de Meteoritos y Geociencias Planetarias en el Instituto de Geociencias IGEO (CSIC-UCM), "es un artículo interesante desde el punto de vista de la simulación numérica". Y añade que la única diferencia entre la investigación de Raluca y la mantenida por la mayor parte de los científicos es "la novedosa manera de estudiar cómo fueron estos impactos, la cuantía de estos, los puntos de colisión y sus trayectorias".
Por otra parte, el estudio incide en que los materiales del satélite recogidos por las misiones Apolo son de carácter similar a los de nuestro planeta. "Los científicos demostraron que el componente lunar es muy similar al de la Tierra. Con el escenario del impacto gigante, la Luna final habría contenido en gran parte material del otro planeta (el impactador). Sin embargo, en las pruebas llevadas a cabo, con la teoría de multi-impactos se demuestra que sí se pudieron extraer una gran cantidad de material terrestre y sedimentarse en la Luna", relata Raluca Rufu.
Esta teoría que divulga la revista británica Geoscience Nature podría añadir una solución y acercar a la comunidad científica a descifrar el rompecabezas sobre el origen de la Luna.