Cuando murió el padre de Juana, ella pudo verlo alrededor de una luz incandescente, su padre le habló con amor y le confirmó que todo en lo que no había creído se había equivocado, la vida seguía más allá del cuerpo físico.
Edgar quedó varado en su auto en medio de una tormenta que inundo las arterias de la ciudad, de repente un río se desbordó en las cercanías, el auto comenzó a moverse y el riesgo de perder la vida lo sintió en la piel. En la calle no había nadie, pero de repente, un ángel guardián, según su relato, apareció para rescatarlo, no vio de donde vino, a los segundos de estar a salvo el hombre- ángel desapareció.
De pequeña Alejandra podía predecir la muerte de las personas, era un secreto que la torturaba porque tenía la claridad para sentir el paso de una vida a la otra.
Cuando Martina miró el cielo por primera vez quedó cautivada, cada noche buscaba un lugar oscuro para descubrir estrellas caídas, satélites y objetos extraños que a lo largo de los años le demostraron que otros seres habitan cerca de nosotros.
Susana sufrió un brote alérgico que la llevó a estar fuera de su cuerpo para observar desde otro plano la vida.
José conectó con la energía del reiki y evitó una operación de su pecho que le extirparía un nódulo.
Historias pequeñas y grandes, historias que bordean las palabras y los silencios, que te pasaron o le sucedieron a un conocido, que sensibilizan, que te hacen creer en algo más, que te fortalecen la fe, que te muestran que no estamos solos, que no todo lo que ves es lo que hay, que en esos límites por los que a veces caminamos descubrimos que en el filo hay mucho más, inexplicable, sorprendente, asombroso.
A todos nos sucedió algo que no tiene una explicación lógica de acuerdo a los parámetros sobre los que construimos la realidad, pero el cuestionamiento es si precisamente eso que se dice en voz baja, que nos asusta o llena de emoción, es parte de la vida, mucho más amplia del cuadrado seguro en el que respiramos.
Por eso hoy te invito a contactarte con tus vivencias, con esos sucesos que te dejaron sin aliento, que en charlas anochecidas te animás a contar para que me relates tu experiencia en un nuevo espacio que será para compartir y expandirnos.
Escribinos tu relato a contenidolv16@gmail.com y nos pondremos en contacto