A partir de enero de 2017, cada gota que producen los baños del Heineken Music Hall recibirá un trato especial.
Holanda está llevando al límite su afán por el reciclaje y las apuestas verdes. Los amantes de la música y de la cerveza podrán ahora sentirse más orgullosos que nunca cada vez que van al inodoro y asisten a un concierto porque están cooperando a la protección de planeta. La sala de conciertos AFAS Live, en Ámsterdam, recogerá toda la orina de los asistentes masculinos en un gran tanque, la transportará a una planta de tratamiento y la convertirá en un tipo de fertilizante rico en fosfato.
A partir de enero de 2017, cada gota que producen los baños del Heineken Music Hall recibirá un trato especial. La orina viajará por toda la ciudad para se tratada y tener un mejor uso que acabar en las tuberías de cualquier lugar. De momento, varias plantas de tratamiento de aguas residuales localizadas en Gooi y Vecht Amstel, en el este del puerto de Ámsterdam, han acordado tratarla. Tres tanques llenos, que contienen unos 40.000 litros de orina, son suficientes para fertilizar uncampo de fútbol.
Cada acontecimiento musical que acoge esta sala de conciertos reúne un promedio de 3.000 hombres. A las mujeres no se las tendrá en cuenta por motivos obvios para los organizadores. Los hombres no necesitan tirar de la cadena o usar papel higiénico, lo que podría bloquear el tanque. Lamentablemente, los baños de mujeres no son adecuados para este tipo de herramientas verdes y no hay inodoros libres de agua.
No es la primera vez que Ámsterdam experimenta con la recolección de orina, pero siempre se ha hecho de forma puntual, y no como es este caso, que pretende establecer este sistema como algo habitual. El pasado abril, durante King's day, el día que Holanda celebra el cumpleaños de su rey, las autoridades locales pusieron a disposición de los asistentes tres aseos especiales dirigidos a hombres.
Los organizadores de AFAS Live creen que la cerveza y la música serán más efectivas para producir la orina. El pasado 2 de diciembre, lograron recoger 4.125 litros en un concierto de Status Quo. Según cifras oficiales, si toda la orina de la ciudad de Ámsterdam se pudiera conservar, cada año produciría fertilizante para tratar el equivalente de 10.000 campos de futbol en plantas.
La cerveza es un conocido diurético, no sólo debido a las cantidades que se beben sino también a las cualidades intrínsecas del alcohol. Cada gramo de alcohol ingerido, aumenta la excreción de orina en 10 ml. Y el fosfato resultante se convierte en estruvita, una especie de estiércol muy fértil y muy útil.