Más allá de su trabajo en el subte, que le costó la vida esta madrugada, la pasión de Matías Kruger era el fútbol, más específicamente, el futsal. Fue campeón de América con la selección argentina el año pasado y desde mediados de 2015 jugaba en la primera de Boca desde mediados de 2015.
Con 24 años, en estos días tenía la oportunidad de ganar su primer campeonato con el Xeneize, ya que la vuelta de la final de la División de Honor entre su equipo y Kimberley estaba programada para mañana. Pero el pivot -puesto que ocupaba en el equipo- no podía jugar el partido ya que había sido expulsado en la ida.
Salido de Nueva Estrella, un club ubicado en Villa Lugano, y con un paso por América del Sud, uno de los clubes protagonistas del futsal en AFA, Kruger decidió dar el salto y probar suerte en Estados Unidos. Jugó seis meses en San Diego Sockers antes de volver al país y ponerse la camiseta de Boca.
Sus primeros pasos fueron de la mano con sus actuaciones en la Selección Argentina. Integró los planteles juveniles para luego dar el salto a la mayor.
Allí, fue parte del equipo que logró la Copa América en Ecuador el año pasado, logrando el segundo título a nivel continental para el futsal argentino. Su cuenta pendiente fue el Mundial de Colombia, que Argentina ganó. Kruger estuvo entre los 19 preseleccionados pero quedó afuera de la lista definitiva.