Se inicia hoy una semana de ceremonias que culminará el domingo, con el entierro en Santiago.
Un retrato de un joven Fidel Castro de nueve pisos de altura se sumó a las grandes imágenes de guerrilleros caídos que observan la gran plaza de La Revolución en La Habana, donde Cuba comienza este lunes a despedir al hombre que gobernó la isla durante casi medio siglo.
A partir de esta mañana, los cubanos en La Habana acuden a dar el último adiós a Castro, cuyas cenizas reposarán durante dos días en el memorial José Martí de la Plaza de la Revolución para rendirle tributo.
La capital cubana, al mismo tiempo, se prepara para recibir a los mandatarios y personalidades que acudirán el martes al acto multitudinario de despedida.
Entre las presencias confirmadas está la del rey emérito de España, Juan Carlos, y se da por hecho que acudirán los presidentes de países aliados de Cuba, como los de Venezuela, Nicolás Maduro; Bolivia, Evo Morales; Nicaragua, Daniel Ortega; y Ecuador, Rafael Correa.
En las últimas horas también se ha sabido que Rusia estará representada por el presidente de la Duma del Estado o Cámara de Diputados, Viacheslav Volodin, y Grecia por su primer ministro, Alexis Tsipras.
Tampoco se descarta la asistencia de exmandatarios como el brasileño Luiz Inacio "Lula" da Silva, la argentina Cristina Fernández o el uruguayo Pepe Mujica, que mantuvieron una estrecha relación con el líder fallecido.
Tras 10 años bajo el gobierno del hermano menor de Castro, Raúl, un sucesor relativamente discreto y alejado de las cámaras, Cuba se ve inundada una vez más por las palabras e imágenes de un líder que dominó las vidas de varias generaciones. Desde su muerte el viernes por la noche, los diarios, radio y televisión estatales han publicado amplios homenajes a Fidel, emitiendo sin cesar imágenes de sus discursos, entrevistas y viajes al extranjero, intercaladas con anécdotas elogiosas de cubanos destacados.
`Hay un auténtico sentimiento de duelo, que no es formal, que no es aparatoso, que no es externo, sino completamente íntimo'', dijo el domingo en la televisora estatal el expresidente de la Asamblea Nacional, Ricardo Alarcón.
La mayoría de la gente de a pie se ha mantenido en casa y lejos de unascalles silenciadas por la prohibición de música o celebraciones durante los nueve días oficiales de luto por Castro. Algunos, especialmente los más jóvenes, apenas registraron la muerte de Castro.
Yankemell Barrera, estudiante de 20 años, dijo que Castro no era una presencia importante en su vida y que no estaba muy afectado por su muerte ni tenía previsto acudir a los actos de recuerdo.
Estudiar para sus exámenes finales sería un uso mejor para su tiempo, señaló.
"Si es obligado tampoco voy'', dijo.
Sin embargo, se esperaba que decenas de miles de personas volvieran a tomar las calles hoy lunes a partir de las 9 de la mañana, donde 21 salvas resonarán en la capital y la ciudad oriental de Santiago, donde Castro lanzó su revolución en 1953.
Prácticamente todas las escuelas y oficinas del gobierno cerrarían durante el homenaje a Castro, que durará 13 horas el lunes y se celebrará de nuevo el martes para terminar con una marcha, similar a las multitudes ante las que habló Castro en la plaza durante la mayor parte de su tiempo en el poder.
"Es un dolor muy grande. Aquí lo siente todo el mundo'', dijo a The Associated Press Orlando Álvarez, un joyero de 55 años que se disponía a pescar en el malecón. "Todo el pueblo va a estar allí''.
Las cenizas de Castro comenzarán luego una procesión de tres días hacia el este por la isla que recorrerá la ruta del ejército de rebeldes barbudos que lideró desde las montañas de Sierra Maestra a la capital. Las cenizas de Castro se enterrarán el domingo en el cementerio de Santa Ifigenia en Santiago, la segunda ciudad más grande del país.
La ceremonia de inhumación, que se espera íntima y familiar.