Federico Delbonis ganó el partido más importante de su carrera y del tenis argentino. Fue el quinto y decisivo punto ante Croacia, en la serie final de Copa Davis. Sirvió para que Argentina, en Zagreb, logre la primera Ensaladera de su historia.

"Todavía no lo puedo creer. Cuando vi que esa pelota se iba se me vinieron 500 cosas a la cabeza. De esa Copa, de todo lo que pasamos y que por suerte se va para casa", fueron las primeras palabras del azuleño.

"Sin dudas, es el partido de mi vida. Por las circunstancias, lo encaré como un partido con marco espectacular. Motivándome con lo que hizo Juan Martín (Del Potro), porque sin él no hubiera tenido esta chance de disputar este partido", agregó en reconocimiento por lo hecho horas antes por el tandilense.

Acerca de cómo vivió las minutos previos a su decisivo encuentro, Delbonis reconoció que ver los dos primeros sets de Del Potro "fueron muy duros, porque notaba las cosas muy difíciles. Pero poco a poco cuando lo fue remontando vi un pequeña luz y en el quinto me fui al vestuario para no seguir cargando la tensión".

Por supuesto, no fue fácil para el nacido en Azul, provincia de Buenos Aires: "Fue muy difícil porque escuchaba lo que gritaban y no podía tratar de hacer mis cosas, era muy difícil".

Y agregó, sin ninguna duda: "Entramos en la historia del tenis argentino. Estamos muy contentos por este grupo. Sabíamos estábamos para grandes cosas, más allá del resultado. Lo importante era jugar cómo lo jugamos, independientemente de lo que salió. Entregando todo desde el primer día en que vinimos hasta este último punto".

Y cerró con dedicatoria a los suyos: "Obviamente se lo dedico a mi familia, a mi señora e hija; mis hermanos, a todos. Sin ellos no hubiera sido nada de esto posible".