Boca Juniors goleó a Gimnasia y Esgrima La Plata 3-0 en el estadio del Bosque, en un partido que se le facilitó y que le permitió alcanzar el segundo puesto, a cinco puntos del líder, Estudiantes de La Plata.

Fue la primera victoria de Boca como visitante, por torneos de la AFA, desde febrero último, primera también en esa condición bajo la conducción de Guillermo Barros Schelotto y el amplio marcador lo afirma como el equipo más goleador del campeonato, marcando por otra parte una necesaria recuperación a continuación de la eliminación en la Copa Argentina.

Darío Benedetto, en dos oportunidades, y Cristian Pavón, todo en el primer tiempo, fueron autores de los goles, con lo que el encuentro quedó definido muy pronto, ya que además, también en esa etapa, Gimnasia quedó disminuido por la expulsión de Ramiro Carrera.
 
Carlos Tevez, de decisiva participación en los dos primeros goles, se mostró muy recuperado, partiendo desde más atrás y le dio a su equipo una fisonomía ofensiva que estaba faltándole.

A Boca se le estaba haciendo dificultoso el desarrollo, ante un Gimnasia que lo presionaba en el medio, jugaba en campo adversario y -a falta de llegadas claras- se insinuaba con avances por los costados y centros, pero, en un breve lapso, inesperadamente, el partido se abrió.

A los 31 minutos, en una de las primeras maniobras asociadas del ataque visitante, Tevez abrió hacia la derecha para la llegada de Pablo Pérez libre, el remate del volante lo rechazó el arquero Alexis Martín Arias, insistió Tevez, hubo un segundo rebote y apareció Benedetto para convertir.

Hubo una mano previa de Tevez, evidentemente accidental, así señalada por el árbitro Jorge Baliño, pero Gimnasia, que desde el comienzo había dado muestras de descontrol y en los primeros minutos sufrió las amonestaciones de Sebastián Romero y Lucas Licht, protestó en forma masiva y desencajada, lo que derivó en la expulsión de Carrera.

Cuatro minutos más tarde, otra muy buena asistencia de Tevez, del medio hacia la derecha, dejó a Benedetto mano a mano con el arquero y el delantero definió con precisión, estableciendo el 2-0 (se reclamó posición adelantada, no la hubo).

Sobre los 42′, Pavón, desde fuera del área, clavó un impecable derechazo en el ángulo superior izquierdo de Arias, cerrándose así el primer tiempo con un 3-0 que poco antes nadie hubiese esperado.

En el segundo período, como era de prever, bajó el ritmo, Boca hizo circular la pelota sin forzar las acciones y Gimnasia, concentrado en no recibir más goles ni expulsiones, sólo se aproximó con remates desde larga distancia, a cargo de Franco Niell dos veces y de Darío Bottinelli, desviados.

Fue un resultado que para Boca resultaba impostergable, que lo posiciona bien frente al futuro del torneo, en el final de una semana que se le había presentado complicada.