El diagnóstico que recibió Noah, el hijo de tres años de Luisana Lopilato y Michael Bublé, fijó la atención sobre una enfermedad que no avisa y preocupa. Cuáles son los tipos de cáncer que afectan a los niños
El dramático momento que atraviesan Luisana Lopilato y Michael Bublé, luego de que su hijo Noah de tres años fuera diagnosticado con cáncer, puso el foco en una enfermedad infantil de la que en general se tienen pocas certezas. El cáncer pediátrico abarca aquellos tipos de cáncer que aparecen en niños y adolescentes antes de los 15 años. Si bien son poco frecuentes y su incidencia y mortalidad van en descenso, todavía es una de las primeras causas de mortalidad infantil.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) esta enfermedad representa entre un 0,5 y un 4,6 por ciento de la carga total de morbilidad por esta causa. Alrededor del planeta, las tasas de incidencia oscilan entre 50 y 20 niños cada un millón.
Las características del cáncer infantil se diferencian considerablemente de las del cáncer en adultos. Mientras que en adultos los tipos de cáncer más frecuentes son el de pulmón, de colon, de mama y de próstata, en los niños los más frecuentes son las leucemias, los tumores del sistema nervioso, de hueso, sistema linfático y de hígado.
Cada uno de estos tipos se comporta de manera diferente, pero, teniendo en cuenta la juventud del paciente, se caracterizan por la proliferación descontrolada de células anormales. Ciertos tipos tumorales como los neuroblastomas, los nefroblastomas, los meduloblastomas y los retinoblastomas se dan casi exclusivamente en niños.
Según la OMS, el panorama respecto a los factores de riesgo en relación al cáncer todavía no es claro. Las radiaciones ionizantes y la toma de dietilestilbestrol durante el embarazo -una hormona que ya no se utiliza como tratamiento- son dos de los factores identificados. Algunos tipos de cánceres pediátricos tienen relación con un factor genético, tanto individual como poblacional, según sugieren las diferencias evidenciadas entre grupos demográficos étnicamente distintos. Una serie de estudios sugieren también que virus como el EBV, el virus de la hepatitis B, el virus del herpes humano o el VIH también pueden incrementar el riesgo de padecer determinados cánceres infantiles.
Si bien algunos cánceres presentan signos y síntomas inespecíficos, otros surgen únicamente en fases avanzadas. En países donde los niños tienen un intenso seguimiento médico las posibilidades de detección precoz son más elevadas. En esos países, además, las posibilidades de curación alcanzan el 80 por ciento durante cinco años o más después del diagnóstico.
Los resultados de las terapéuticas en el cáncer infantil dependen del tipo de tumor, su detección temprana, la edad del paciente y la respuesta al tratamiento que suele combinar distintos recursos terapéuticos, como la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia. Las claves de una recuperación son la detección temprana y la elección de un tratamiento que evite consecuencias permanentes.