En el último día del ciclo de conferencias sobre seguridad informática, Ekoparty, que se llevó a cabo en el Centro Cultural Konex, el licenciado en Sociología Martín Gendler advirtió sobre los riesgos de los juegos online, específicamente el videojuego para celulares Pokémon Go.

Con el crecimiento exponencial del uso de los celulares y la incorporación de la red móvil 4G, Gendler asegura que Pokémon Go no fue simplemente un juego más de realidad aumentada. El combo de esta tecnología y las adorables criaturas creadas por Nintendo en 1996 -Pikachu, Bulbasaur y Squirte, por ejemplo- cautivaron a todo clase de público.

Tras loguearse con tu cuenta de email, la aplicación desarrollada por Niantic podía accede a los archivos en Google Drive, al historial de navegación, mapas y ubicaciones e incluso a las imágenes alojadas en Google Fotos. Todo esto con el aval del usuario, ya que "si uno no accede a la tecnología o a estar controlado queda afuera", afirma el sociologo.

"Otro componente riesgoso es la geolocalización a través del teléfono inteligente", reconoce Gendler. Sin GPS no se pueden encontrar pokémones, por ende, no se puede jugar al Pokémon Go. Activar esta función implicará revelar patrones de movimiento y de comportamiento de los usuarios, además de conocer desde los lugares que los usuarios visitan con mayor frecuencia, sus gustos y preferencias, reconocen los expertos de la Ekoparty. 

A diferencia de los casos del Counter Strike (1998), Ages of Empires 2 (1999) o el World of Warcraft (2004), Pokémon Go representa un componente riesgoso en el control y la vigilancia de sus usuarios. "Los videojuegos dejaron de privilegiar la jugabilidad y la interacción con otros jugadores para darle cada vez más valor a la recolección de datos personales y los micropagos vía tarjeta de crédito", aseguró Gendler  Y la tendencia promete ir en alza.