Tanto Soja como Maíz en Argentina muestran premios importantes en las cotizaciones del disponible y los futuros cercanos, en el caso del cereal pagándose valores cercanos a los precios FOB.

Resulta difícil entender estos caprichos del mercado, sin problemas de aprovisionamiento, con elevados stocks finales en maíz los precios suben. La oleaginosa en Estados Unidos sigue mostrando valores ajustados de stocks finales, pero con una clara recuperación comparada con los años anteriores.

Desde el sector de las noticias no encontramos fundamentos; y empiezan a buscarse justificaciones técnicas que ayuden a comprender este mercado que no tiene lógica.

En definitiva, nada es normal, la relación entre los dos productos tampoco ayuda para comprender porque la soja hoy tiene un valor relativo tan alto comparado con el maíz. Necesitamos vender casi tres kilogramos del cereal para comprar uno de la oleaginosa.

Si somos previsores todo indica que en estas circunstancias es conveniente ir diseñando pisos mediante el uso de futuros y opciones, el premio tanto en Soja como en maíz es importante como para no aprovecharlo. Un exceso de optimismo nos puede hacer pensar que las cotizaciones domésticas pueden mantenerse por mucho tiempo desafiando toda ley de mercado y perdemos buenos valores esperando el milagro de que las mejoras en las cotizaciones continúen.

En un mercado sin restricciones, alineado con precios internacionales esta diferencia no debería perdurar, y para ser honesto pensaba que el premio desaparecería confirmados los números de la cosecha americana y el ritmo de avance, cosa que hasta ahora no sucede. En mi opinión el mercado nos otorga otra oportunidad para cerrar un año con buenas ventas.
 
Las causas que justifican el aumento del mes de octubre son endebles, la demanda global no crece, y desde el sector financiero los rumores de aumentos de la tasa de la Reserva Federal no es un argumento válido, o la preocupación de los fondos tampoco son fundamentos sólidos ya que los Fondos de Inversión solo están vendidos en maíz y trigo.

El error mas frecuente en la planificación de las ventas es dedicarle demasiado tiempo a la información externa tratando de encontrar el “momento optimo” para realizar las ventas y descuidar la información interna como son mis costos, la rentabilidad esperada, comparar las tasas y costos de oportunidad con el mercado deberían ser prioritarios a la hora de diagramar la comercialización de los granos.

La recomendación es sencilla, revise sus costos, sus márgenes de utilidad, y si la rentabilidad es positiva, es una época para vender.
                                                                                                             
Juan Vasquetto