El proyecto se desarrollá en Tokio y en su interior contempla lagos, parques, áreas residenciales, oficinas, supermercados, centros comerciales y hasta una línea de tren.
La búsqueda de la originalidad y la escasez de terrenos parecen resultar dos buenos incentivos para los arquitectos de las grandes ciudades. De ahí es que es las megaurbes donde parece haber una competencia de proyectos locos que sorprenden hasta a los más conocedores. Uno de los más impactantes es Ciudad del Cielo, de Tokio, un megacomplejo inmobiliario que, de concretarse, desafíará todas las lógicas, desde las comerciales hasta las culturales.
El proyecto -un megarascacielos en forma de cono que estará construido con tres módulos independientes- propone que la gente arme a muchos metros sobre el nivel del mar. Este diseño propone una buena circulación del viento, y contará con un número no determinado de enormes péndulos que estarán en el interior de los módulos y que servirán para regular el balanceo del edificio.
Además, en su interior contempla lagos, parques, áreas residenciales, oficinas, supermercados, centros comerciales y hasta una línea de tren que serviría para comunicar a los módulos. Ahí vivirán unas 35.000 mil personas y más de 100 mil trabajadores, estudiantes y visitantes.
Este gran edificio ideado por la empresa japonesa Takenaka Corporation, permitiría reducir la contaminación dentro de las ciudades al eliminar millones de desplazamientos contando con grandes áreas residenciales, veloces elevadores de varios pisos de altura, parques, oficinas, supermercados, centros comerciales, y líneas de tren que comunicarían cada módulo con distintas partes de la ciudad.
El rascacielos se ubicaría de ser construido como la edificación más alta creada por el hombre, al sobrepasar un kilómetro de altura; esta enorme mole, sería básicamente una ciudad en sí misma, Sky City se mantendría unida al resto de Tokio, por medio de una serie de redes ferroviarias que la conectarían a las diferentes zonas de la ciudad, además tendría una serie de monocarriles que la rodearían y elevadores ultra rápidos con capacidad de 70 personas a la vez, que permitirían el desplazamiento de sus inquilinos.
La estructura tendría un perfil redondeado, al igual que pisos huecos cada diez niveles, lo que permitiría el manejo del viento, uno de los principales problemas de los edificios altos, además se estudia el manejo de la seguridad y el control de incendios en un mega rascacielos como este.
Tokio sería la ciudad ideal para un proyecto de este tipo, puesto que sus avances en tecnología y grandes recursos, estarían adecuados a una construcción de esta envergadura.