Al menos 55 personas murieron y 600 resultaron heridas al descarrilar un tren de pasajeros en Camerún, informó hoy
Radio France Internationale (RFI).
El accidente ocurrió ayer en Eseka, a 120 kilómetros de la capital Yaundé; y hasta ahora el gobierno camerunés reportó 53 víctimas mortales, aunque algunos testigos en el lugar del siniestro creen que la cifra podría trepar a 70.
"Sigue siendo difícil decir con exactitud cuántas personas han muerto, porque se siguen rescatando cuerpos de debajo de los restos del tren", indicó a
dpa un periodista que trabaja para la radio estatal. El tren, que tenía unos 20 vagones, empezó a sufrir problemas cerca de Eseka, y los vagones comenzaron a desconectarse unos de otros, informaron los medios locales.
Algunos cayeron por un barranco y la gente salió disparada por lo que los cadáveres quedaron dispersos por el lugar y algunos aplastados por el vehículo, informó
RFI.
El tren llevaba a más de 1.000 personas, entre ellas cientos de pasajeros más de lo habitual que habían tenido que subirse a este transporte después de que el desplome de un puente bloqueara una carretera entre Yaundé y Duala, la capital económica de Camerún.
Los medios señalaron que el accidente se debió a la antigüedad de las vías, mientras que el ministro de Comunicación, Issa Tchiroma Bakary, aseguró que el presidente Paul Biya ha ordenado una investigación de las causas.
El gobierno de ese país africano también anunció que los heridos recibirán tratamiento médico gratuito.