El ministro de Educación, Esteban Bullrich, graficó de este modo la crisis que sufre la enseñanza en el país. Recordó que era un sistema admirado en el mundo, pero reconoció que ahora se debe cambiar el sistema.
Así como la educación es el mayor motivo de reclamo y de preocupación por parte de los empresarios, en el Gobierno también se cuestiona el nivel de aprendizaje que se ofrece en la Argentina actualmente.
De hecho, ayer se anunció la realización de una prueba nacional entre todos los alumnos de los últimos cursos de la primaria y la secundaria.
Ahora, el propio ministro de Educación, Esteban Bullrich, reconoció la paupérrima situación que vive el sistema educativo argentino. “No sirve más”, sentenció el funcionario durante su presentación en el 52 Coloquio de IDEA que se desarrolla en Mar del Plata.
En este sentido, pidió “compromiso” de todos los sectores para transformar los niveles inicial, primario y secundario. También prometió la extensión generalizada de la jornada escolar y el acompañamiento a los docentes. “Este sistema es de 1880 y está diseñado para hacer chorizos, todos iguales”, advirtió.
En el marco del panel “De la educación al trabajo: cómo vamos a llegar", Bullrich dijo que “hay que cambiar el sistema con el que se enseña y para ello se buscará trabajar en conjunto con los docentes”.
También se refirió a la necesidad de extender la jornada.
“No alcanza el 30%, tenemos que ir al 100%”, agregó. De todos modos, aclaró que “no se trata más horas de lo mismo, no más horas de hacer chorizo, sino de desarrollar las competencias de cada uno”.