Cuando Luciano Villegas, de 9 años, tenía 4, se cayó en el patio del Jardín N° 6 Crecer Jugando de Río Grande, Tierra del Fuego, y le sangró la nariz. La historia parece una más de las que ocurren todos los días en todos los jardines del país, pero el desenlace es distinto.
Aquella vez, en 2012, Luciano fue asistido por Mauricio, un nene nuevo por ese entonces en la escuela, quien se acercó a él ante la caída, avisó a las maestras del percance de su compañerito y buscó papel para parar la sangre. Al menos así lo recuerda Luciano.
Luciano y Mauricio se hicieron inseparables, hasta que dos años más tarde el primero se mudó y su mamá lo cambió de escuela. Luciano no supo nada más de Mauricio, pero no lo olvida y hasta sueña con reencontrarlo. Por eso hizo un dibujo que su mamá subió a Facebook para volver a ver a su amiguito.
"Mauricio es mi primer mejor amigo", le dijo Luciano al diario La Nación, y explicó: "Lo busco porque en el Jardín que lo conocí, cuando me caí, él vino a ayudarme. Me caí de nariz al piso, me salió sangre y él vino y me ayudó. Él era nuevo, pero llamó a las enfermeras que había en el jardín y me trajo un papelito para que me deje de sangrar. Ahí me hice amigo".
Luciano tiene otros amigos como Joel, Gavino, Joaquín, Efraín, Tomás, Valentín, Maxi y Gastón, pero con Mauricio tiene recuerdos especiales. "Jugábamos mucho, éramos solidarios entre los dos, compartíamos y en los recreos siempre andábamos juntos. Nos gustaban los dinosaurios", dijo.
Con 9 años, Luciano es un pequeño gran coleccionista. "Tengo unas cajas llenas de bichos disecados, tengo revistas de dinosaurios con todas su informaciones y también me gusta mucho dibujar. Tengo un microscopio para investigar algunos bichitos que tengo en mi casa", contó. Su mamá, además, lo definió como un nene "muy sociable, conversador y buen alumno". También dijo que lee mucho, le gusta dibujar y practicaba Taekwondo.
Jequi, su mamá, fue la que escuchó a su hijo con la búsqueda y empezó esta odisea. "Desde que se separó del compañerito me pedía que lo busque, pero pasaron los años y yo no tenía ningún dato del nene. No sabía cómo buscarlo. Quise averiguar en el jardín, pero como se quemó hace un tiempo no tienen más muchos documentos, tampoco conocía a ningún papá, entonces le dije: 'Vos hacé un dibujo del nene y yo lo subo a ver si alguien lo conoce'. Hasta ahora, el único contacto que tuve fue el de una mamá de otro compañerito que dijo ubicar al nene y que cuando lo encuentre en el barrio le va a avisar que lo estamos buscando", contó.
No obstante, Luciano hizo un pedido especial: "Si Mauricio se contacta con ustedes, díganle que quiero volver a ser su amigo, quiero que se conozca con mis otros amigos nuevos, compartir otra vez con él, conocerlo mejor".
(La Nación / Milagros Moreni Nimer)