La oleaginosa pierde un millón de hectáreas de siembra, con lo que la producción se recortará en unos u$s 1.100 millones. El agro aportará u$s 36.000 millones en el 2017.
Si el clima acompaña, y los precios internacionales se mantienen en línea con los actuales alejados de los récord de hace ocho años, la primera campaña agrícola completa de la gestión de Mauricio Macri tendrá más de 32,2 millones de hectáreas sembradas con los seis principales cultivos (soja, maíz, trigo, girasol, cebada y sorgo) y que pueden producir casi 112 millones de toneladas, lo que implica cifras récord, y que permitirían que el aporte del sector agroindustrial a la economía se ubique en torno a u$s 34.000 millones para 2017, un cuarto más que este año.
Así lo explicó el director del Departamento de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Esteban Copati, quien precisó que habrá un fuerte avance en maíz, trigo y girasol, con detrimento de la soja, el principal producto de exportación local y para la que esta semana se confirmó que la esperaba reducción de 5 puntos porcentuales en las retenciones se posterga hasta 2018.
Así, a días de que arranque la siembra de soja "nueva", la entidad que preside Ricardo Valderrama pronosticó que el área a sembrar con la oleaginosa caerá 4,8% contra el ciclo previo, al cubrir 19,6 millones de hectáreas. Si se concretan esos guarismos, la producción sojera total se ubicará en torno a 53 millones de toneladas, 5% o 3 millones de toneladas menos que este año. A valores FOB actuales, la merma en la producción sojera implica algo más de u$s 1100 millones.
Las estimaciones se presentaron en el primer congreso de Perspectivas de la Campaña Agrícola, organizada ayer en la Bolsa de Cereales porteña, y en la que participaron el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile; el economista de la OCDE Hubertus Gay; y el analista del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda), Warren Preston, entre otros.
Con el pronóstico de menos soja sembrada para este ciclo, la Bolsa de Cereales porteña coincide con los pronósticos y relevamientos de otras entidades y analistas. En agosto pasado, fue la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agropecuaria (Aacrea) habían informado en el mismo sentido. Con las perspectivas en la caída del área sojera, por primera vez en por lo menos ocho años se da muestras de un tibio horizonte hacia una rotación de cultivos "más sustentable", como indican los expertos, tras el fuerte proceso de "sojización" que Argentina, con las trabas que rigieron durante el kirchnerismo para las actividades agroindustriales.
No obstante, pese a la leve caída en el área de siembra de la soja, sigue representando 40% del total de superficie destinada a los cinco principales cultivos del país. En las estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, se enfatizó el fuerte incremento para el maíz: 4,9 millones de hectáreas a sembrar, 36% más que el ciclo previo, para una producción de 36 millones de toneladas, 11 millones más que este año. En trigo, el departamento a cargo de Copati espera 12,5 millones de toneladas de producción (que estarán disponibles a partir de diciembre), con 4,3 millones de hectáreas sembradas.
En tanto, la producción de cebada llegaría a 3,15 millones de toneladas, con 950.000 hectáreas plantadas; el sorgo reportaría 3,5 millones de producción y el girasol volvería a posicionarse como un fuerte jugador, con 1,7 millón de hectáreas implantada y 3,5 millones de toneladas producidas.