Como marca el acuerdo, los actores acuden a terapia por separado y también de forma colectiva junto a sus seis hijos.
Si Angelina Jolie y Brad Pitt tienen opiniones encontradas tras su ruptura, hay algo en lo que sí han coincidido o, por lo menos, así lo han aceptado en el acuerdo que han firmado de forma voluntaria: acudir a terapia por separado y también de forma colectiva junto a sus seis hijos, Maddox (15), Pax (12), Zahara (11), Shiloh (10) y los gemelos Knox y Vivienne (8).
La actriz ha antepuesto la salud de sus pequeños a cualquier otro aspecto. Fuentes cercanas a ella aseguran que quiere evitar cualquier tipo de trauma que este proceso pueda ocasionar a cualquiera de sus hijos, que de momento viven con ella,aunque Pitt mantiene el derecho de visita bajo la supervisión de un terapeuta,como así lo ha establecido el Departamento de Infancia y Servicios Familiares de Los Ángeles.
Los allegados al actor confiesan que está desconsolado por cómo están sucediendo las cosas desde que se hizo publica esta separación, que ha conmocionado al mundo hollywoodiense.
La actriz, que tomó la decisión de separarse por "el bienestar familiar", ahora, tras la ruptura, tiene que seguir velando por ese bienestar y que nada lo haga tambalear, por eso ella se ha hecho fuerte, gracias, entre otras cosas al apoyo de su hermano.
Así, aunque en un principio se mudó a un a casa en Malibú, cerca de su hermano, ahora se ha instalado ya en su nuevo hogar, en una lujosa mansión, en la urbanización Hidden Hills de Los Ángeles.