El presidente del Congreso CREA considera que es positivo que las nuevas generaciones lideren el cambio
mirada de largo plazo que siempre caracterizó a los grupos CREA volvió a ponerse de manifiesto esta semana con el congreso de la entidad que terminó ayer. Los jóvenes, las nuevas tecnologías y el cambio de las empresas fueron algunos temas tratados en el encuentro sobre los que también habló el presidente del Congreso CREA, Luis Zubillaga, en esta entrevista con la nacion.
-¿Cuál fue el propósito de orientar el Congreso CREA hacia los jóvenes y la innovación?
-Nuestras empresas en el futuro van a ser distintas a las de hoy, con más innovación y más tecnificadas. No lo veo como un tema altruista sino como una conveniencia mutua. Las empresas y los pueblos donde vivimos tienen que ser más atractivos para atraer a los jóvenes. Aparte de las mejores condiciones para vivir, deben tratar de asemejarse a los servicios de las grandes ciudades. A veces no tenemos internet. Y es bueno que los jóvenes lleven adelante las nuevas tecnologías. Hay una movida de sofisticación bastante importante, fuera de la agricultura. Viene más sofisticación en la ganadería y más robots en los tambos. Es bueno que las nuevas generaciones tengan esas herramientas y las impulsen.
-Muchas veces la incorporación de tecnología reduce la cantidad de gente que trabaja ¿no es un riesgo?
-No lo veo como un riesgo. Si hay un sector que ha incorporado tecnología en los últimos 20 años es el agro. Lo que necesitamos es gente que cambie de trabajo, necesitamos otras especialidades.
-¿Cuáles?
-Lo que nos pasó con la maquinaria agrícola por ejemplo. Las sembradoras o pulverizadoras, que ponen el producto donde vos decís que lo pongan. Con la incorporación del láser estamos aplicando sólo en la maleza y no en todo el lote. Para eso se incorporó tecnología y se adquirieron capacidades, así se incorpora nueva gente. Un técnico norteamericano que visitó el país me decía hace poco que vio muchos ingenieros agrónomos trabajando en los campos y para nosotros eso es normal.
-¿El campo puede atraer a los jóvenes, debería haber un incentivo para que se radiquen en el interior?
-La vida en el interior es un incentivo. Hay muchas ciudades que son atractivas. Y las ciudades chicas crecen con gente profesional que ve una ventaja en el modo de vida en el interior. Como empresarios tenemos que seguir agregando valor, que sean generadoras de oportunidades y riquezas para todos..
-¿A qué se refieren con agregar valor?
-Una de las formas de agregar valor tiene que ser la interdependencia y la integración, que debe darse entre empresas. También sería bueno integrar las empresas y las ciudades, perderle el miedo al relacionamiento público-privado. Cuando vivimos en lugares medianos estamos muy cerca de los problemas, pero también mucho más cerca de las soluciones. Y hay veces que esas cosas se tienen que dar en conjunto con el Estado, tanto provincial como municipal. Pero no tenemos que olvidarnos que la sostenibilidad económica es el oxígeno de las empresas. Hubo muchos años en que estaba vedado hablar de eso. Necesitamos la rentabilidad, porque sin ella es difícil andar.
-Hay un cambio de ánimo en el campo, pero los números no son tan buenos, según los sectores.
-El cambio de aire es lo más importante. Depende qué sector se analice se ve una historia distinta. Soy tambero y no es de los sectores que la está pasando bien, aunque estemos mejorando. Tuvimos un ejemplo en este congreso de ese cambio de aire. En Santa Fe la pasaron muy mal por las inundaciones, pero más del 80% de los miembros CREA de esa zona estuvieron en el Congreso. Eso significa que la gente, cuando ve un poco de luz emprende y va para adelante.
-En el Gobierno tienen gente de CREA, ¿cómo se sienten frente a eso?
-Para nosotros es un orgullo que miembros o técnicos CREA hayan confiado en la Argentina y hayan dado un paso más en la construcción de capital social. Siempre estuvimos cerca de todos los partidos políticos que necesitaron de nuestra información. Mucha gente del agro se siente más cercana que antes con este Gobierno, pero a nosotros no nos escuchan más que al resto, es sólo un sentimiento de cercanía.