Mauricio Macri pretendería seguir con la rebaja prometida a los productores. Pero un sector de su gobierno negocia con las entidades rurales una postergación.
Ni bien llegó a la Casa Rosada, Mauricio Macri cumplió con su promesa al campo y redujo de 35 a 30% los derechos a la exportación a la soja, mientras los eliminaba para el resto de los cultivos. Era solo la primera parte, pues el Presidente había anticipado también que bajaría paulatinamente las retenciones sojeras -a razón de 5 puntos por año-, hasta erradicarlas definitivamente. Ahora, nueve meses después, hay una negociación subterránea para ver si es mejor cumplir con esa parte del trato o alterarlo. Incluso hay quienes impulsan una suerte de renunciamiento o "aporte patriótico" de la cadena sojera, para que el dinero sea redirigido hacia otros frentes, en especial las economías regionales.
Clarín pudo confirmar la existencia de estas negociaciones de al menos tres fuentes diferentes. Para definir qué será de la rebaja adicional de 5% a la soja, hay conversaciones que involucran tanto a funcionarios de Hacienda y de Agroindustria como a los dirigentes de las entidades rurales. Las posiciones, queda claro, no son monolíticas sino todo lo contrario. La aspiración es lograr el mayor consenso dentro del sector, para luego elevar una propuesta a quien hasta ahora se muestra más proclive a cumplir con la palabra empeñada, el propio Presidente Macri.
Lo que está en juego es si el Estado reduce las retenciones a la soja al 25% y finalmente cede (o devuelve, según la mirada de los productores) otros 16.000 millones de pesos o cerca de 1.000 millones de dólares. El costo fiscal de esa medida es elevado, sobre todo luego de que se retrasara la suba de las tarifas de la energía. Y por eso hay sectores en el Gobierno que verían con buenos ojos una postergación de la medida. Pero a la vez se pretende tomar parte de los recursos para impulsar otras medidas a favor del sector agropecuario, especialmente dirigidas a atender situaciones más críticas que las de los sojeros, como la de las economías regionales o las de productores que pagan altísimos fletes.
Con esa zanahoria delante de las narices, las entidades agropecuarias se han visto envueltas en un intenso debate. Hay diferentes miradas frente a la posibilidad de retrasar la rebaja de retenciones a la soja, y sobre todo ante la alternativa de que sea el propio sector productivo quien haga esa oferta. Según las fuentes, Coninagro y Federación Agraria son las más proclives a aceptar esta suerte de renunciamiento, aunque pidiendo ciertas compensaciones. En la vereda de enfrente se instala la Sociedad Rural (SRA). Una fuente de esa entidad destacó que los productores se han lanzado a sembrar más y a invertir justamente porque Macri cumplió con sus promesas de campaña, y consideraron una "mala señal" no seguir por esa senda.
En la cuarta de las entidades, Confederaciones Rurales Argentinas, no será sencillo lograr una posición uniforme y el debate promete ser largo. En el acto de este fin de semana en la Exposición Rural de Jesús María, el presidente de esa entidad, Luis Picat, le habló al ministro Ricardo Buryaile abonando la posibilidad. “Te digo que los vamos a esperar unos meses más en la rebaja de las retenciones para que vayan solucionando los problemas de nuestros pares de las economías regionales”, dijo el cordobés. De todos modos, hay confederaciones de CRA, especialmente de las zonas más alejadas de los puertos, que exigen la rebaja prometida, ya que los números de la soja allí -especialmente por el impacto de los fletes- son muy diferentes a los de la pampa húmeda.