La escritora terminó su historia de amor con el empresario José Nunes que retrata la película y ahora declaró su amor por su mejor amiga.
La novela autobiográfica de Elizabeth Gilbert Eat, Pray Love ("Comer, rezar, amar") se convirtió en un éxito mundial tras su publicación en 2006.
La repercusión fue tal que la historia del libro fue llevada al cine cuatro años después, siendo Julia Roberts la elegida para dar vida a Gilbert en la gran pantalla.
El español Javier Bardem fue el encargado de interpretar al hombre de origen brasileño del que, en el libro y en la vida real, la escritora estadounidense acababa enamorándose.
La pareja apareció en un segundo libro publicado por Gilbert en 2010 titulado "Committed" (Comprometida).
Pero en julio pasado la escritora anunció el final de su relación con el empresario brasileño José Nunes, al que Bardem interpretó en el cine bajo el nombre de Felipe.
Ahora, la historia dio un nuevo giro.
Nuevo final
"Es mi mejor amiga, sí, pero siempre ha sido más grande que eso. Es mi modelo, mi compañera de viajes, mi fuente de luz más confiable, mi fortaleza, mi confidente. En breve, ella es mi PERSONA".
Con este sincero y emotivo mensaje en su cuenta de Facebook, la escritora declaró este miércoles públicamente su amor por su mejor amiga, Rayya Elias.
Gilbert confirmó que el fin de su relación con Nunes se debió a su amor por Elias, música y directora de cine estadounidense nacida en Siria que ha sido su mejor amiga desde hace 15 años y con quien ahora tiene una relación sentimental.
"No es que simplemente quiera a Rayya, es que estoy enamorada de Rayya", escribió Gilbert en la red social.
Pero la continuación de la historia que inspiró Eat, Pray, Love puede que no tenga un final feliz.
A Elias le diagnosticaron recientemente un cáncer de páncreas e hígado que Gilbert describió como incurable.
"No tengo más tiempo para negar esa verdad. El pensamiento de estar algún día en una habitación de hospital con ella, sosteniendo su mano y viendo cómo se desvanece sin haberle permitido a ella o a mí misma conocer el alcance de mis verdaderos sentimientos por ella… bueno, ese pensamiento era impensable", dijo la escritora.