La actriz reveló cuántos kilos tuvo que bajar para interpretar a Gilda y de qué manera consiguió imitar su delgada figura.
A pocos días del estreno de Gilda, no me arrepiento de este amor, Natalia Oreiroreveló el secreto sobre su peso para interpretar a la cantante tropical.
"Ni su físico, ni su origen de clase media la ayudaban. Esa forma dulce de cantar era una novedad en el ambiente de la cumbia, donde ser mujer también era una desventaja. Su familia no la apoyaba... Tampoco su marido. Hubo que reconstruirla", aseguró Natalia a revista Caras.
Y detalló: "Para eso me reuní con sus mejores amigas. Ellas me aportaron su costado más familiero y me prestaron ropa que ella solía usar. Todo lo que pudieran darme de Gilda -de Miriam, mejor dicho- me servía como amuleto, sentía que ella estaba presente con su energía. También hablé con sus plomos, sonidistas, personal de seguridad y sus músicos".
Pero esta reconstrucción no llevó solo el trabajo actoral a nivel psicológico sino también físico: "Tuve que bajar siete kilos. Ella era muy flaquita, sobre todo de la parte de abajo", recordó la actriz.
"Yo empecé a ensayar y las polleras rojas me quedaban mal. Hice una dieta muy balanceada y tuve que afinar piernas y caderas, con ejercicios en un elíptico y gimnasia localizada", confesó Oreiro a la publicación. "También aprendí a bailar como ella. Y luego todo fue un trabajo grande de producción, de vestuario y de maquillaje".
"Para todos los que hicimos la peli el desafío era despojarla del mito y trascender a lo que la gente conoce de ella, queríamos mostrar a la madre, a la maestra. Es una película que más allá de que te guste Gilda, o la conozcas, es un hecho cinematográfico", opinó.