Al no encontrar una explicación, los lugareños comenzaron a alarmarse ante la sospecha de que podría haber sido autoría del “almamula” o del “chupacabras”.

La familia de Celia Coronel y Darío Córdoba no puede salir de su asombro desde el pasado miércoles, cuando entre medio del fuerte viento y tierra que se registró en toda la provincia, se dieron con la sorpresa que uno de sus cabritos se encontraba muerto, con algunos cortes en la parte de la yugular y en las caderas.

Al carnear al pequeño animal para alimentar a sus perros se dieron con los cortes en el cadáver, las que no pudieron asociar con los provocados con algún animal que pueda ingresar al corral que tiene un metro de ancho por dos de largo y que está cerrado con palos y cuenta con un techo que no fue violentado.

Este hallazgo quedó como una anécdota, hasta que ayer cerca de las siete de la mañana, cuando una de las hijas fue a ver los cabritos, encontró otros dos cabritos sacrificados, con idénticas heridas.

Darío Córdoba, dijo; "Mi hija había escuchado en la madrugada balar a los cabritos y apenas se levantó fue al corral y vino corriendo porque dos cabritos estaban muertos con los mismos cortes que el día miércoles 7, como si fuera una mordida en la yugular con unos dientes chiquitos, filosos y cortes en la cadera".

"No encuentro explicación sobre qué puede haber matado a nuestros cabritos, será el “almamula” o el “chupacabra”, de verdad la zona nunca nos pasó ni esta situación’, dijo.

Son muchos los vecinos que se acercaron y todos quedaron sorprendidos, motivo por el cual hicieron rastrillaje en la zona para tratar de encontrar alguna pista sobre el responsable de estas muertes. ‘Fue en vano porque no hay nada y nos pone nervioso porque se dicen tantas cosas y ya decidimos que nos quedaremos despiertos toda la madrugada cuidando el corral para ver qué cosa mata a nuestros cabritos’, concluyó el hombre.

Su esposa es más supersticiosa. ‘Para mí es la “almamula”, la noche se dio con todas las características: mucho viento, tierra y ruidos extraños que hace que nadie salga de sus viviendas.