Fabián Sticca quería ser padre, nunca imaginó que un hecho natural por el que pasan muchas personas le cambiaría la vida y se transformaría en una lucha por un derecho para todos los habitantes de Argentina. Vientre muestra como de desear tener un hijo, tuvieron miles.
Fabián Sticca es director y productor del documental “VIENTRE”, quizás ese sea el dato duro para presentar a un hombre que transformó la vida de muchos argentinos, porque sin su enorme granito de arena muchos de los que no han podido tener hijos o están enfrascados en tratamientos jamás hubieran tenido la opción de hacerlo bajo la ley nacional de reproducción humana asistida.
Fabián, junto a su esposa, deseaban tener un hijo y creyeron, como la mayoría de quienes comienzan esta búsqueda, que sería rápido, que era cuestión de seguir los pasos lógicos y luego sorprenderse con la buena nueva, sin embargo nada resultó como se esperaba y desde sus inmensas humanidades lucharon no sólo para tener el derecho y la oportunidad de tener un hijo, sino que lo hicieron por los otros, por esos miles de argentinos que a diario se exponen a estudios, análisis y a la espera de poder concebir una vida.
Quizás para quienes no han luchado por un bebé no se comprende lo que pasan los padres que ansían con todas sus almas poder transitar el camino de la paternidad, pocos saben de los desvelos en su momento, para conseguir el dinero para llevar adelante un tratamiento, y ni hablar de todas las pruebas y exámenes por los que se pasa para poder conseguir un embrión.
Mientras muchos se jactan de ser absolutamente fértiles, otros muchos luchan contra el fantasmas de la infertilidad que no sólo es un hecho fáctico en el cuerpo, sino también en la mente, se traspasa a los sentimientos y es necesario dar lucha con toda el alma para resistir y seguir adelante.
La historia de Fabián y su documental “Vientre” muestra cómo frente al dolor y la desesperanza se puede dar batalla y transformar en vida lo que parecía terreno infértil.
¿De qué se trata Vientre el documental?
Vientre concentra los 5 años de lucha ciudadana en virtud de la Sanción de la LEY NACIONAL DE REPRODUCCION HUMANA ASISTIDA llevada a cabo el 5 de junio de 2013. Fusiona a su vez testimonios de quienes se ven afectados por el uso de estas técnicas, creando un abanico de historias representativas que dieron lugar a nuevos paradigmas y modelos de familia. Un personaje/conductor, o sea yo, reflexiono y transito por espacios personales referidos también a mis intentos junto a mi esposa por concebir nuestro hijo mediante estas técnicas.
¿Qué miradas convergen en esta obra?
Fundamentalmente la mirada del paciente frente a su condición de infértil. Su necesidad de afianzar el vínculo desde la paternidad. El trascender. El dar remedio a lo que consideramos es una enfermedad. La propuesta nos encuentra con nuevas miradas, y el documental transita también por espacios ligados al Derecho reproductivo más allá de la enfermedad. Se transforma entonces en un alegato a la vida, al acto por dar vida, al amor por venir, al suceso paternal, al ahijar.
¿Cómo fue pensar en documentar audiovisualmente la experiencia de querer ser padres?
Junto a mi esposa dimos los primeros pasos fundacionales de lo que resultó ser una gran causa nacional por la sanción de esta ley a la que nos referimos. Tengo amplia experiencia ligada al medio audiovisual, y me aventuré en principio a filmar nuestra experiencia en un tratamiento de reproducción asistido. Una vez iniciada la causa ciudadana, registré también las marchas que nos convocaban en el Congreso de la Nación, en Plaza de Mayo. Siempre sentí que estábamos participando de un hecho histórico y no quise perder la oportunidad de reflejarlo en imágenes. Sabía que tarde o temprano culminaría en un documental.
La lucha del camino pudo transformarse en hechos positivos, pero cuando se mira hacia atrás, ¿cuánto se transitó, cuánto se sufrió y cuánto se deja de cada uno para concretar ser padres?
Difícil expresar con palabras estos sentimientos. Son contradictorios, ambiguos. Más aún si tu historia personal no resultó aún como imaginabas. Entonces, sabés que cumpliste un rol fundamental que te reivindica la honradez, en lo trascendental para el resto, en saber que formaste parte de algo que va a cambiarle la vida a mucha gente. Y que a su vez colaboraste para que el camino que vos recorriste al resto no le resulte tan sufrido, caótico, incierto. Sé que de aquí en más habrá más información, más opciones, menos tabú. Es lo que te mantiene en pie y te hace creer que valió la pena el dolor, el sacrificio, las noches sin dormir detrás de esto, los pasos cansados en marchas y marchas y puertas que se cerraban. En lo personal, puedo decirte que canalizamos y proyectamos lo nuestro en la causa ciudadana. Es lo que te salva, lo que te inspira, lo que te deja seguir un poco más, no filmo a mi hijo en la calesita ni saliendo de la escuela, hago catarsis y realizo un documental que narra el sacrificio de miles por llegar a hacer realidad su deseo de ser padres.
Cuando comenzaron a querer ser padres, ¿imaginaron a lo que se enfrentarían?
Noooooo. Jamás. Es más, más allá de advertencias referidas al porcentaje de posibilidades estadísticos de que el tratamiento diera negativo, era tal nuestro deseo, fantasía, sueño, que nos aprontamos a filmarnos con la idea de que quedaríamos embarazados en el primer intento y se acabó. Aquello ocurrió 6 meses antes que diera comienzo la iniciativa por la sanción de la ley, por lo cual ni siquiera éramos conscientes de la cantidad de gente que estaba viviendo lo mismo que nosotros. No. Todo parecía ser una aventura. Una circunstancia que había que afrontar con actitud. Total, en un mes íbamos a quedar embarazados…, en fin.
¿Cómo fue la lucha por la ley de fertilidad?
Tremenda. Caótica. Desgastante. Reveladora. La suma de voluntades se vio plasmada en numerosas agrupaciones civiles y en miles de ciudadanos de todo el país juntando firmas y alentando a la plana política a tratar la ley. Y esa suma de voluntades nos vio encontrados en estas marchas, en medios de comunicación, brindando información y revelando una problemática que hasta ese momento era un real tabú, lo sigue siendo. Considerarte y manifestarte infértil. Fue transitar entonces espacios políticos que no consideraban la problemática y por consiguiente no la ponían en agenda política. Medias sanciones que se caían prontamente. Falta de quórum. Chocar frente intereses políticos a quienes no favorecía la sanción de esta ley por sus costos presupuestarios en la salud. En considerar que clínicas, laboratorios y obras sociales se verían afectados en sus intereses. Pero nada nos detuvo, y a fuerza de lucha y cochecitos de bebé en andas, tuvieron que escucharnos.
¿Qué sucedió con tu historia?
Nuestra historia aún no está terminada. Transitamos por dos intentos de fertilización asistida de alta complejidad, los cuales dieron negativo. Y creímos apropiado registrarnos en vías a adoptar. Así que el hoy, nos encuentra más cerca de un hijo adoptivo que de nuevos intentos mediante fertilización asistida.
¿Cómo se logró financiar el documental?
Los fondos fueron privados, y prácticamente nulos. Abrimos un crownfunding oportunamente en vistas a la producción del film y no recaudamos ni el 5%. Entonces adaptamos la narrativa del documental a material de archivo y un formato digital que no requiriera de altos costos de producción ni montaje. Y nos apoyaron desde lo contractural y formal las agrupaciones y ONGs más emblemáticas ligadas a la problemática: CONCEBIR, SUMATE A DAR VIDA, ABRAZO X DAR VIDA, VIENTRE VACIO.
El dinero apareció luego de la edición del film, en aportes privados, en la confianza por el devenir del film en proyecciones, difusión, etc. Entonces aparecen entidades como el SAMER (La Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva), el laboratorio Ferring, el CEGYR. Pero insisto, el film se realizó prácticamente sin dinero, éramos mi co-productor, Juan Manuel quien sostenía el boom para hacer sonido y yo filmando, yendo de acá para allá en busca de testimonios, e innumerables horas de edición en casa, en mi computadora hogareña y con mis propias manos. Increíble.
¿Cuál es el mensaje del documental?
Mensaje, yo no sé si tiene mensajes. Si puedo decirte lo que generó aquello que al día de hoy fue el estreno y única función pública hasta el momento. El público se acercaba a nosotros envuelta en llantos agradeciendo la lucha de tanta gente durante tanto tiempo reflejada en el film y quizá en virtud de futuras generaciones y no propias. El film naturaliza el concepto de paternidad desde las técnicas, y da cuenta de un nuevo modelo de familia. Sin juzgar, con apertura, con tolerancia, desde el puro amor. Entonces quizá el mensaje sea ese, en eras de tecnología y medicina moderna, estamos en pleno proceso de transformación, que nos pone frente a las dificultades con actitud y la posibilidad de involucrarnos y formar parte del cambio.
Hay quienes concentran su vida en la búsqueda de poder, confort, autos nuevos y bellas playas, nosotros, supimos brindar nuestro aporte, en formar familias.
¿Cómo puede hacer el público para poder ver el documental?
Por el momento invitamos a todos a sumarse formando parte de nuestro Facebook. Allí concentramos avances del film, advertimos sobre funciones en cines y salas no convencionales. E invitamos a su vez a generar la logística necesaria para que el film sea exhibido. Estamos trabajando también para que el film llegue a manos de la gente desde un DVD, o bajando la película desde internet. Mientras, invitamos a todos los que quieran formar parte de esto que se está transformando paso a paso en un ritual, a ingresar a Facebook/vientreeldoc. O bien enviándonos un mail a vientreeldocumental@hotmail.com.
Gracias por la nota de verdad, y que tengan todos, una hermosa vida por vivir.
Por Laura A. Pereyra