Según un estudio, la humanidad ya ha consumido el equivalente a un planeta en términos de servicios ambientales; la iniciativa internacional que mide la "huella ecológica" pretende que se tome conciencia sobre el gasto excesivo.
El lunes pasado se celebró el Día del Exceso de la Tierra, que es la fecha aproximada en la cual la demanda anual de la humanidad sobre la naturaleza excede lo que la Tierra es capaz de renovar en un año. Según los datos de la Huella Ecológica, la cual mide cuánta naturaleza tenemos, cuánta utilizamos y cómo se utiliza, el Día del Exceso de la Tierra es una iniciativa para generar conciencia e inspirar acciones en torno al "gasto excesivo" ecológico, realizada por Global Footprint Network, asociada a la Organización Mundial de Conservación (WWF), representada en la Argentina por la Fundación Vida Silvestre (FVSA).
"Esta fecha, que actúa como indicador de la velocidad en la que estamos "consumiendo el planeta", cada vez llega antes: en el 2000 se registró a fines de septiembre, y este año se "celebra" el 8 de agosto, cuatro días antes con respecto al año pasado", indicó la FVSA mediante un comunicado.
De acuerdo a los cálculos de la Global Footprint Network, algunos de los países "deudores" en términos de recursos naturales, es decir cuya huella ecológica supera los recursos naturales que puede renovar, son: Australia (se necesitan 5,4 planetas para satisfacer sus necesidades de consumo); Estados Unidos (4,8 planetas); Suiza, Corea del Sur, Rusia, Alemania y Francia (3,3 planetas).
En este contexto, la Argentina cumple un rol primordial: se encuentra 9º dentro de los 10 países con mayor biocapacidad de producir recursos y proveer servicios ambientales, detrás de Brasil, China, Estados Unidos, Rusia, India, Canadá, Australia, e Indonesia. A su vez, ocupa el puesto 17 del ranking de biocapacidad per capita duplicando la media estándar de 3,4 hectáreas por habitante.
"La Argentina ocupa el puesto 27 en el ranking de huella ecológica entre 150 países. Es clave redoblar los compromisos asumidos en la Cumbre del Clima de París a través de incidir en el uso de la energía y de la tierra (las dos actividades causantes de mayores emisiones) con políticas de eficiencia energética en sectores de fuerte consumo como lo son el transporte, el hábitat y el sector industrial, y a través del efectivo cumplimiento de la ley de Bosques y el diseño e implementación de modelos agrícolas, ganaderos y forestales sustentables. Por otro lado, resulta llamativa la ausencia total de un compromiso con respecto a los océanos, principales reguladores de la temperatura atmosférica y encargados de la absorción de gases de efecto invernadero, en un país con más de 5000 km de costa y aproximadamente 4.800.000 km2 de mar argentino y océanos, de donde se obtienen recursos que implican millones de dólares de inversiones y miles de fuentes de trabajo", indicó Manuel Jaramillo, Director de Conservación de FVSA.
De cara a cumplir con al acuerdo que firmaron 200 países en la Cumbre del Clima de París para limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 grados de los niveles pre-industriales, las emisiones de carbono tienen que disminuir a cero para 2050, lo que implica un llamado a los países a buscar nuevas formas de desarrollo sustentables. En este sentido, Costa Rica generó el 97% de su electricidad de fuentes renovables durante los tres primeros meses de 2016. A su vez, Portugal, Alemania y Gran Bretaña demostraron niveles positivos de capacidad de energía renovable, al cubrir este año el 100 % de su demanda de electricidad con energías renovables por varios minutos o, como en el caso de Portugal, durante varios días.