En el marco de la protesta de los trabajadores municipales en la puerta de la Municipalidad, donde muestran su malestar ante la decisión del Ejecutivo de despedir a más de 200 contratados, los concejales del Partido Respeto, Pablo Carrizo y Jimena Segre, acompañaron a los cesanteados, mientras que los de Cambiemos se reunieron con el secretario de Gobierno, Mauricio Dova.

“Ayer estuvimos con el Concejo Deliberante Ciudadano, se acercaron algunos de los compañeros y compañeras que han sido despedidos. Venimos a acompañarlos y a defender el honor de los trabajadores, sobre todo porque se los ha tratado de ‘ñoquis’ y no es así. La mayoría son legítimos trabajadores, profesionales que trabajan por menos de 5000 pesos, trabajaban de lunes a lunes y sin aportes de horas extras”, consideró Segre.  

Según la concejal, no sólo los trabajadores se ven afectados, "también la sociedad porque tenemos un grupo social que va a dejar de ser contenido y además a los ciudadanos nos están mintiendo de que esto es un ahorro”. “Nos están estafando, porque los sueldos que se han dado de baja son mínimos, lo que se está ahorrando es insignificante, esto no es un ahorro”, agregó.

Y continuó: “Estos trabajadores tienen años de antigüedad, hay algunos que hace 27 años que están en el municipio, es gente idónea, que se ha formado en estos años en donde nosotros también como ciudadanos les hemos pagado el sueldo, entonces también nos estafan a nosotros”.

Segre señaló que piden por una revisión de la medida, que “se reincorpore a los despedidos" y “se haga un análisis del trabajo de todos, porque se dice que se revisó caso por caso y no es así, está claramente a la vista”.

“Que se revean los de planta permanente también. Que quien no trabaja lo pongan a trabajar. ¿Qué hacemos con la gente que no tiene espacio para trabajar? Que se arme un espacio para eso. Ahí vamos a ahorrar, sin vaciar áreas, sin tener gente con sueldos mínimos ni dejando más de 300 familias en la calle”, finalizó.
 
Carlos Ordóñez, presidente del bloque de concejales de Cambiemos, apeló a la sensibilidad del intendente LLamosas para que desista de la medida y le pidió una audiencia.

“El intendente dijo que aquellos que trabajaban se quedarían, y claramente no fue así”, agregó.

Afirmó que el Secretario Municipal dijo que no darán marcha atrás con la decisión.

Por su parte, Pablo Carrizo cuestionó la decisión oficial e insistió en que la clase política se baje los salarios. Indicó que para él es una deshonra ganar 45 mil pesos como concejal cuando quedan otros en la calle.

“Los trabajadores han tomado la decisión de armar algunas carpas para dar a entender que esto va a continuar”, agregó.


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