El término ortorexia empezó a acuñarse en el año 1997, cuando se advirtió la patología que sufren algunas personas que se obsesionan por comer alimentos que ellos consideran sanos, pero que con el tiempo se vuelve un problema.
La nutricionista Marcela Bernardi de Gastromed , explicó que estas personas empiezan eligiendo alimentos sanos y después empieza a ser una obsesión: tienen una estructura alimentaria muy rígida, la siguen a rajatabla, leen composición nutricional de cada producto, buscan información en Google sobre la calidad de los alimentos antes de consumirlos, empiezan a restringir las grasas, harinas blancas, hidratos de carbonos, alimentos con conservantes, y por último empiezan a tener un aislamiento social para evitar consumir lo que no consideran sano.
Bernardi explicó que esta enfermedad tiene síntomas muy parecidos al Trastorno Obsesivo Compulsivo. La persona con anorexia o bulimia se obsesiona por la cantidad de comida que consume, la persona con ortorexia tiene una obsesión patológica por la calidad de la comida.
Esta patología se da mayoritariamente en mujeres adultas y en adolescentes de ambos sexos, e incluso Bernardi señaló que han detectado casos en niños. Por lo general, son personas muy autoexigentes que les gusta una dieta vegetariana, vegana o con alimentación orgánica cuyas práctica no tiene nada de malo, mientras no se vuelva una obsesión.
La ortorexia se trata con un equipo interdisciplinario donde se destaca el trabajo del nutricionista tanto como del psicólogo para lograr que el paciente aprenda a comer bien y esa práctica perdure en el tiempo.
Bernardi remarcó que lo importante es entender que no hay alimentos malos y buenos, la cuestión es aprender a incorporar una dieta saludable sin que se convierta en una obsesión que dañe la relación con el entorno ni la propia calidad de vida.